La Razón (Madrid) - A Tu Salud
«Matrona Assistant», un programa para ir más allá de la gestación
La Fundación Jiménez Díaz de Madrid pone en marcha una iniciativa pionera en Obstetricia
Una de las etapas con más cambios fisiológicos en la mujer llega con la decisión de ser madre. Desde antes de la concepción muchas preparan su organismo para que esté en las mejores condiciones para concebir, gestar, dar a luz y criar. Lo que parece una enumeración sencilla, esconde un madeja de circunstancias en las que se necesita asesoramiento y, sobre todo, consejos médicos útiles que ofrezcan la sensación de acompañamiento. Para poder cumplir con ello, desde el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid se ha puesto en marcha una iniciativa pionera que se resume en la figura de «Matrona Assistant».
Como explica Manuel Albi, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del centro madrileño, «se trata de un programa que ofrece atención profesional individualizada, fácil y directa a las mujeres que están realizando el seguimiento de su embarazo en nuestras consultas externas». De esta forma, el proyecto se une a las visitas al bloque obstétrico y sesiones informativas semanales a la amplia cartera de servicios de su Unidad Multidisciplinar para la Asistencia al Parto. En cuanto al motivo del mismo, Albi responde que «este programa se ha diseñado exclusivamente por y para las mujeres. Hemos podido recoger las opiniones de nuestras pacientes y son muchas las que demandaban algo más de información, con más tiempo, más directa e individualizada».
CONTACTO PERMANENTE
Las embarazadas, sobre todo las primerizas, se convierten en un «mar de dudas» y tener una matrona de referencia que se las solvente les ofrece seguridad en todo el proceso, que va más allá del parto, ya que se da continuidad también en los meses siguiente a dar a luz. «Permite a las gestantes contactar directamente con una matrona experta para obtener información o resolver dudas. Ofrecemos asistencia tanto vía telefónica directa, como por mail, videoconferencia o consulta presencial convencional», apunta Albi. Se trata, pues, de acompañar, cuidar y asesorar a la futura madre a lo largo de los nueve meses de gestación y, cómo no, en el día del nacimiento de su hijo, así como durante sus primeros días de vida.
En el proyecto, que gira entorno a la paciente, participa un equipo que «está formado por dos matronas del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Fundación Jiménez Díaz; ellas son las que atienden todos los casos. Éstas dos especialistas mantienen relación constante con el equipo de atención primaria y con el equipo de ginecólogos y neonatólogos del hospital. Como ya se ha comentado, el programa pretende acercar la asistencia a las gestantes para resolver sus dudas o para dar información sobre cualquier circunstancia relacionada con el embarazo. Para ello las dos matronas “assistant” atienden llamadas telefónicas directas a sus terminales de lunes a viernes entre las 08:00h y las 15:00h. Además, se ha creado una dirección de correo electrónico “mimatrona@fjd.es” a través de la que se pueden enviar cualquier cuestión que se plantee la mujer, con un compromiso de respuesta en menos de 48 h. Por último se ofrecen dos tipos de consulta: una mediante videoconferencia para evitar desplazamientos a las mujeres y otra convencional con presencia en el centro asistencial», explica en detalle el jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del centro madrileño.
De este modo, el modelo de asistencia al parto en el hospital consigue abarcar las dimensiones médicas y humanas del proceso, a través de un estilo orientado a la paciente: seguro y especializado, basado en el mejor conocimiento científico, al tiempo que satisfactorio, humanizado y respetado para la embarazada, adaptado a sus necesidades y expectativas. «La dimensión médica del parto, que persigue garantizar el bienestar de madre e hijo e intervenir sólo ante una situación de riesgo, sin dudar en hacerlo en esos casos, también debe contemplar un enfoque humano, basado en la participación activa de la mujer en la toma de decisiones, la información y consentimiento por su parte, la mínima intervención facultativa y, sobre todo, la priorización de la humanización del proceso», concluye Albi.