La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Estrategia estrella en salud: la educación en los más jóvenes
Influir en los estilos de vida puede prevenir enfermedades y suponer una reducción en el coste de los sistemas sanitarios
En los últimos años, la educación para la salud se ha posicionado a nivel internacional como principal estrategia sanitaria. El reto hoy en día es generar una cultura del cuidado de la salud y no sólo de atención a la enfermedad. Se cambia el foco para centrarse en la misma. Además, influir en los estilos de vida y hábitos de autocuidado puede prevenir enfermedades, mejorar la calidad de vida y suponer una reducción considerable del coste de los sistemas sanitarios.
Por ello, la Fundación de Educación para la Salud, Fundaeps, celebran este año la 25ª edición de su programa: Agentes Jóvenes en Educación para la Salud (Pajeps). Se trata de un programa organizado por Fundaeps y subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para jóvenes líderes de la comunidad que trabajan con otros jóvenes. Lo que se pretende es promocionar hábitos de vida saludables entre la población juvenil a través de la formación e intervención dentro de su colectivo.
¿Quiere participar? Toda persona que quiera formar parte de éste programa tiene que cumplir con unos criterios de selección: tener entre 18 y 30 años, valorando la opción hasta los 35, ser residente en España y por último, ser presentado o estar avalado por cualquier organismo o entidad de carácter público o privado.
Según coordinadoras de Pajeps: «El modelo cuestiona las intervenciones adultocéntricas y posiciona a los jóvenes como agentes de cambio, capaces de realizar intervenciones entre iguales, sensibilizando y promoviendo acciones de prevención
desde las/os jóvenes y para las/os jóvenes». Son ellos quienes deciden qué tipo de interacción realizar, con qué grupos juveniles y en qué temáticas. Personal del programa aclara que «la semana de formación y convivencia les permite conocer de la mano de expertos cuáles son las últimas iniciativas que se están realizando en diferentes temáticas de educación para la salud», pudiendo vivirlas en primera persona para luego poder adaptarlas y replicarlas.
El programa de formación es pionero en España desde 1995, derivado de la necesidad de promover la salud más allá de los espacios sanitarios.
La metodología de formación y convivencia fue un aspecto esencial desde el principio, apostando por experiencias prácticas más que exposiciones teóricas, sabiendo que, según Pajeps, «la vivencia de las actividades y la generación de redes, potencia el aprendizaje y posiciona la intervención entre iguales como un modelo de alto impacto».
En cada edición unicamente se han escogido a 35 personas. Hacen un proceso de selección para buscar un grupo heterogéneo de todo el territorio nacional, valorando fuertemente aspectos como el voluntariado o experiencias con juventudes, aunque se tienen en cuenta también carreras de formación o especialidades realizadas. A palabras de la organización: «También es un espacio para aquellas personas jóvenes sin formación universitaria que cuentan con un perfil de participación social activo».
Durante la semana de convivencia se forman como agentes de salud en temas como: educación para la salud, metodología de intervenciones en entidades prestadoras de salud (EpS), técnicas de intervención y de comunicación, educación medioambiental y de afectivo-sexual, prevención de adicciones, nutrición y alimentación, primeros auxilios, recursos psicoemocionales y recursos sociales.
Una vez finalizado el curso, disponen de cinco meses para realizar intervenciones en organismos o entidades dentro de su comunidad autónoma.
¿QUÉ SE CONSIGUE?
Las personas que realizan el proceso de formación y prácticas de intervención son certificadas como agentes de salud y se integran a la Red Estatal de Agentes de Salud, pudiendo participar en actividades o campañas de la fundación. Pueden generar y promover sus propias propuestas, contactar con una amplia red de expertos juveniles en diferentes áreas de intervención y además, la organización se puede encargar de dar visibilidad a los propios proyectos personales o profesionales.
Promover una cultura de la salud requiere intervenir en todos los niveles de la sociedad. No sólo desde el ámbito sanitario y ese es el papel de estos agentes: transformar realidades, generar el cambio desde la comunidad, la calle, la escuela... es decir, promover el desarrollo de estilos de vida saludables en el día a día y no sólo desde un aspecto médico sanitario.