La Razón (Madrid) - A Tu Salud

Vejez y amor

- DR. BARTOLOMÉ BELTRÁN

VoyVoy a echar mano de François- René de Chateaubri­and para tratar el amor y la vejez en una combinació­n en la que una no tiene que llevar obli-gadamente obli-gadamente a la otra y vice-versa. vice-versa. El amor, dice, se en-gaña en-gaña a sí mismo; no te embriagas con él, pues la ebriedad pasa. No vive de poesía, no se alimenta de gloria, al descubrir, todos los días, que el ídolo que creó pierde algo a sus ojos. Pronto ve los defectos y sólo el tiempo lo vuelve infiel al despojar al objeto que amó de sus encantos. El talento no devuelve lo que el tiempo borra. La gloria no rejuve-nece rejuve-nece sino nuestro nombre.

En cambio, y no sé si por otra parte, la juventud lo embellece todo, incluso la

«La juventud lo embellece todo, incluso la desgracia. Fascina, mientras puede secar las lágrimas»

desgracia. Fascina, mientras mientras puede secar las lágrimas, lágrimas, a medida que corren por sus mejillas, con los bucles de una melena morena. morena. Pero la vejez afea hasta hasta la felicidad; en la desventura, desventura, es aún peor; unos pocos cabellos blancos en la calva, cabeza de un hombre hombre no son lo bastante largos largos para poder secar las lágrimas que caen de sus ojos.

¡Qué cosas dice Chateaubri­and! Chateaubri­and! ¿ O no? Allá él… porque en esto cada uno se organiza a su manera.

De todas formas en un fragmento sobre «El hechicero hechicero espejo de los tormentos tormentos sucesivos de una larga vejez», leíamos que su muy relativa coherencia proviene proviene de la repetición de unas crisis análogas que jalonaron jalonaron el envejecimi­ento físico de Chateaubri­and, sin mermar mermar en nada la juventud de sus apetitos sensuales.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain