Buenas intenciones

ElEl pasado 27 de febrero de 2020, Salvador Illa, ministro de Sanidad, compareció en el Congreso de los Diputados para exponer las líneas de acción de su departamento en la XIV Legislatura. Durante su intervención, Illa realizó apuntes sobre el paciente como elemento central del SNS, las mejoras en la formación y las retribuciones de los profesionales, el refuerzo del Consejo Interterritorial, el modelo de financiación... y se comprometió – aunque sin demasiada concreción sobre los recursos a invertir o los plazos a cumplir– a impulsar un enfoque transversal de la salud en todas las políticas del Gobierno, a aumentar las plazas MIR, a elaborar un libro blanco de transformación digital... Música pegadiza, aparente buena letra y acertado propósito de dirigir la orquesta desde el diálogo y el

«Las medidas anunciadas por Salvador Illa tienen un acertado propósito, pero resultan insuficientes»

consenso con las CC AA y los profesionales que resultan insuficientes, no obstante, si tenemos en cuenta las reformas de calado que requiere el SNS para desarrollar la calidad, la cohesión, la equidad y la seguridad asistenciales desde la sostenibilidad. Nuestro sistema necesita una actualización de su normativa vertebradora (34 años de la Ley General de Sanidad, 17 de la Ley de Cohesión, y la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias...), un nuevo modelo de financiación pactado en la Conferencia de Presidentes, la plena integración de la asistencia sanitaria y los servicios sociales, la renovación del modelo de gobernanza... transformaciones estructurales que bien de forma premeditada, bien por la dedicación preferente al Covid-19 y a la mesa de negociación con los independentistas catalanes, están siendo obviadas o vagamente esbozadas por el ministro hasta la fecha. La legislatura acaba de empezar y cabe mantener la esperanza de que el Gobierno reoriente en algún momento sus planes en el ámbito de la Sanidad. Por ahora, y aunque el acuerdo PSOE-Podemos suponga un «stress-test» de alto nivel para mi optimismo, me quedo con las buenas intenciones.