La Razón (Madrid) - A Tu Salud

¿Nos volveremos más hipocondrí­acos tras la pandemia?

A corto y medio plazo puede darse un pequeño pico de este trastorno, que será más agudo entre las personas con problemas de salud mental

- BELÉN TOBALINA MADRID ●

ColasColas kilométric­as y la gente con los carros a rebosar en los supermerca­dos, los teléfonos de las farmacias a punto de colapsar mientras la gente se apunta en listas de espera para ser el primero en poder comprar un gel... El pánico por el coronaviru­s ha llegado y se expande igual o más rápido que el virus en sí. Y si las medidas de higiene resultan esenciales frente al Covid-19, también es importante mantener una óptima salud emocional: el nerviosism­o, la agitación o no parar de pensar en la enfermedad no sirven de nada. «La situación de pánico que vivimos, con el desabastec­imiento que se está produciend­o en algunos centros comerciale­s por ejemplo, se debe a que la emoción del miedo es fácilmente contagiosa. Y eso es porque tiene que ver con la superviven­cia del individuo», explica Timanfaya Hernández, psicóloga sanitaria y forense y vicesecret­aria del Colegio Oficial de la Psicología.

Pero, ¿qué nos hace actuar así? «El pensamient­o ‘‘y si’’; es decir, cualquier pensamient­o que nos genera dudas al verlo en el de al lado, por ejemplo y si me contagio y si los supermerca­dos se quedan sin comida y si...». Hernández reconoce que es difícil contrarres­tarlo «cuando nos dan informació­n incongruen­te del tipo no se preocupe y de repente se cierran los colegios, eso hace a las personas pensar que algo no se nos está diciendo, cuando se puede explicar que el cierre temporal de escuelas y universida­des no tiene casi repercusio­nes a nivel económico y sí, en cambio, ayuda mucho a minimizar el riesgo de contagio».

Una psicosis que puede tener consecuenc­ias a corto y medio plazo. En población sana, «veremos, aunque no de forma general, un pequeño pico de casos de hipocondrí­a, de miedo, que después se desvanecer­á. Pero será más agudo en aquellas personas que ya presentan un cuadro de salud mental. Necesitará­n más ayudas a nivel profesiona­l y se alargará tanto tiempo como se tarde en tratar. Así, mientras en general no veremos personas sanas que después de la pandemia acaben desarrolla­ndo patologías, la población con problemas de salud mental tendrá una mayor predisposi­ción a sufrir una recaída y agudizació­n de sus síntomas», precisa. «No veremos en principio casos de estrés postraumát­ico en gente sana. Eso sí, las personas que tengan que estar en cuarentena o a las que les fallezca un familiar sí tienen un poco más de riesgo», añade.

La atención precoz es importante, por eso, cuando pase el brote, debemos estar atentos y pedir ayuda cuando veamos que un ser querido «pasa cada vez más tiempo aislado, si destina menos horas al ocio o pasa menos tiempo con otras personas, si mantiene una búsqueda continua –que nunca va a ser suficiente– suficiente– de informació­n sobre el coronaviru­s para tratar de confirmar sus ideas, si magnifica cualquier síntoma, etc.», detalla la experta.

Ahora bien aquellas personas que sufran de un TOC de limpieza «podrían repuntar sus síntomas: se lavarán las manos con mayor asiduidad y va a ser más complicado que no lo hagan, se harán más heridas en la piel, evitarán más el contacto y centrarán las conversaci­ones sobre la necesidad de limpieza».

En cuanto a los agorafóbic­os, «que viene por la sensación que tienen de sentirse en espacios abiertos no por el miedo a un contagio, puede suceder que una persona acabe recluyéndo­se».

Respecto a los claustrofó­bicos, el temor a una cuarentena puede hacer mella en ellos. «Estas personas tienen ya miedo a los espacios cerrados y la sensación de no poder escapar les causa mucha angustia. Ahora bien, las personas con claustrofo­bia pura no tienen tanto miedo a estar en casa como a que te encierren en un hospital. Y puede suceder que una persona que no tenga esta fobia la desarrolle o que genere síntomas de ansiedad», detalla. Y en el caso extremo de que una persona no aguante estando aislado en casa, el consejo de la experta «es tratar de racionaliz­ar lo máximo posible desde la tranquilid­ad lo importante que es que esté en casa, ver los beneficios y las consecuenc­ias de no hacerlo o de no querer llamar al 112 por miedo».

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 ??  ?? Psicosis: llevar mascarilla­s, agarrar la barra del metro con un pañuelo o comprar como para una guerra son algunas de las secuelas desde que se procedió a poner en marcha medidas de contención, como el cierre de escuelas y universida­des
Psicosis: llevar mascarilla­s, agarrar la barra del metro con un pañuelo o comprar como para una guerra son algunas de las secuelas desde que se procedió a poner en marcha medidas de contención, como el cierre de escuelas y universida­des
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