La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Fauci y el «virus chino» de Trump
CercaCerca ya de cumplir los 80, la actividad diaria que desarrolla en la Casa Blanca, en Washington D. C., no le impide coordinar los proyectos de investigación que llevan a cabo en los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas (Niaid). El doctor Anthony S. Fauci es todo un referente en el virus del sida (con su plan de emergencia ha salvado millones de vidas en países en desarrollo) y, desde 1984, supervisa una amplia Cartera de investigación básica y aplicada para prevenir, diagnosticar y tratar infecciones respiratorias, enfermedades diarreicas tuberculosis y malaria; sin olvidar al ébola y el zika. Y, ahora, Covid-19. El presupuesto del organismo que dirige desde hace 36 años es, para 2020, de seis mil millones de dólares. Todo este preámbulo es para presentarles a este neoyorkino nacido en Brooklyn, que es de los pocos mortales que se atreve a corregir a Donald Trump, el sexto presidente de Estados Unidos al que asesora en materia de salud. El doctor Fauci acaba de manifestar que aunque no esté de acuerdo algunas cosas con Trump, por ejemplo cuando llama al coronavirus SARS-2- CoV el «virus chino», reconoce que «el presidente escucha. Sigue su propio camino. Tiene su propio estilo. Pero en temas sustantivos, escucha lo que digo». En círculos de Washington D. C. saben que el doctor Fauci tiene un carisma especial para hacer comprender a los políticos la realidad de las situaciones sanitarias, como ahora la pandemia del coronavirus, por su amplio bagaje en investigación básica y clínica sobre la patogénesis y el tratamiento de enfermedades infecciones e inmunomediadas. Además, está ampliamente reconocido por delinear las formas precisas en que los agentes inmunosupresores modulan la respuesta inmune humana. Así, cabe recordar que el doctor Fauci desarrolló terapias efectivas para enfermedades inflamatorias y inmunomediadas, antes fatales, como la poliarteritis nodosa, granulomatosis con poliangitis y la linfomatoide. Ante esto, viene sola la pregunta ¿y no tenemos en España un Anthony Fauci?