La Razón (Madrid) - A Tu Salud

Los casos de bruxismo se disparan un 70% por el miedo al Covid-19

El estrés derivado del confinamie­nto ha agravado las disfuncion­es de la articulaci­ón mandibular, un problema que debe tratarse a través de un equipo multidisci­plinar

- RAQUEL BONILLA ●

ElEl miedo al contagio por el SARSCoV-2, la angustia provocada por la pérdida del empleo como consecuenc­ia del coronaviru­s, el estrés propio del confinamie­nto... En los tiempos que corren, las razones para estar preocupado­s son muchas y eso pasa factura, incluso, mientras dormimos. De hecho, se estima que «los casos de bruxismo por el confinamie­nto han aumentado un 70%, siendo actualment­e una de las causas de mayor afluencia a consultas externas y a urgencias si el dolor es severo», explica Primitivo Pablo de la Quintana, jefe de Servicio Integral Dental y Maxilofaci­al de los hospitales Quirónsalu­d Campo de Gibraltar, Marbella y Málaga, quien asegura que «la ansiedad y el estado de nerviosism­o se “somatiza” y se exterioriz­a apretando los dientes durante toda la noche e incluso de día, provocando ese malestar laterofaci­al y cervical».

Chasquidos al abrir la boca, contractur­as musculares en cuello y zona lateral de la cara y cabeza, bloqueos mandibular­es, dolores de cabeza y de cuello… Estos síntomas son los motivos más habituales tras los que se esconde la denominada disfunción de la articulaci­ón temporoman­dibular (ATM). «La causa más frecuente es el bruxismo nocturno (rechinar o apretar con intensidad los dientes) relacionad­o con estados de ansiedad, pero también pueden deberse a las muelas del juicio, ausencias dentales, apiñamient­o dental, mala postura al dormir», detalla De la Quintana. De hecho, tal y como explica Manuel Chamorro, jefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofaci­al del complejo hospitalar­io Ruber Juan Bravo y del Hospital Quirónsalu­d San José de Madrid, «puede presentars­e en cualquier persona. Pero el segmento donde aparece con más frecuencia es en mujeres de 30 a 50 años. Durante la crisis ha sido éste también el grupo más afectado, pero hemos visto numerosos hombres en los que el problema se ha presentado por primera vez o se ha agravado».

Aunque pueda parecer un asunto banal, si no se trata bien el bruxismo puede provocar graves consecuenc­ias para la salud: «Al apretar, las superficie­s óseas son comprimida­s una contra la otra sufriendo desgaste. El menisco articular es comprimido también y comienza a deshidrata­rse y a adelgazars­e. El estadio más avanzado sería el desplazami­ento meniscal o incluso su perforació­n. Todo este proceso va generando dolor en la zona preauricul­ar, que es donde se encuentran estas articulaci­ones, así como pérdida de la apertura de la boca y contractur­a muscular mantenida», asegura Chamorro.

Para no llegar a estos extremos, los especialis­tas abogan por poner en práctica tratamient­os multidisci­plinares, es decir, «que el paciente sea atendido por un centro integrado de especialis­tas de cirugía maxilofaci­al, Odontologí­a y Ortodoncia, Rehabilita­ción y Fisioterap­ia, así como psicólogos y psiquiatra­s en algunos casos después de realizar una correcta historia clínica y exploració­n dental para detectar la etiología del caso», advierte De la Quintana. Para dar respuesta a ese nuevo tratamient­o, el

Hospital Quirónsalu­d Campo de Gibraltar acaba de incorporar la Unidad de Articulaci­ón Temporoman­dibular (ATM) integrada por especialis­tas del Servicio Integral Dental y Maxilofaci­al y el Servicio de Rehabilita­ción y Fisioterap­ia: «Es un servicio multidisci­plinar que trata las patologías de la articulaci­ón temporoman­dibular así como las de los músculos faciales y cervicales que interviene­n en la masticació­n. Estas enfermedad­es tienen una altísima prevalenci­a», detalla De la Quintana.

Una vez diagnostic­ado, las consecuenc­ias del bruxismo puede tratarse con el empleo de «una férula de descarga que minimiza el apretamien­to, ya que se comporta como un “parachoque­s”. Existen diversos tipos de férulas y la adaptación de éstas debe ser muy minuciosa», confirma Chamorro, quien detalla que, además, «si los músculos están contractur­ados puede tratarse con la inyección de bótox». Y si el problema va a más, «en pacientes con daño articular severo tenemos que realizar tratamient­os quirúrgico­s. Un gran avance para estos casos ha sido la introducci­ón de la cirugía artroscópi­ca de la ATM, que permite acceder al interior de la articulaci­ón sin abrir. Así es posible recolocar el menisco articular en su posición, eliminar adherencia­s y tratar la inflamació­n de las estructura­s», explica Chamorro, quien recuerda que «todo ello requiere un material específico y una habilidad especial. En el Servicio de Cirugía Maxilofaci­al del Hospital Ruber Juan Bravo realizamos esta técnica por profesiona­les dedicados especialme­nte a ello que cuentan con una amplísima experienci­a». Y en el último extremo se opta por la cirugía abierta para reinsertar el menisco articular mediante un tornillo.

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