La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Donde habita el olvido
ConCon la conocida letra de la canción de Joaquín Sabina se puede entonar:
Y la vida siguió
Como siguen las cosas
Que no tienen mucho sentido Una vez me contó
Un amigo común que la vio Donde habita el olvido.
Al recordar en este día los muchos vividos por mis compañeros de profesión y por todo el personal sanitario de los hospitales donde trabajo durante los momentos críticos de la pandemia SARS-CoV-2 me temo que como tantas otras veces a lo largo de nuestras vidas profesionales, nuestras actuaciones y desvelos queden en ese lugar secreto, frío y silencioso que es el olvido. A menudo he pensado con cierta envidia en otras profesiones que gozan de esa capacidad de dejar algo en el rastro de sus actuaciones, cosas tales como obras de arte, novelas y poemas, edificios, proyectos de ingeniería, y, en fin, toda una serie de maravillas, visibles y sólidas que perduran más en el tiempo que en la vida de quien las creó... que al menos se eternizan un largo período para gozo de los creadores, sus familias y su descendencia. En nuestro caso, casi a diario, siento el pesar de que nuestro trabajo y nuestras actuaciones son contempladas sólo a beneficio de aquel ser humano que logra salir de una situación de angustia por la enfermedad y que una vez cumplido este trámite y ya lejos por fin de un hospital nuestra labor es olvidada y lamentablemente infravalorada.
Sé bien que la mayor parte de nuestra felicidad o de nuestra desgracia dependen de nuestra disposición de ánimo y no de nuestras circunstancias y no se debe malgastar demasiado tiempo preocupándonos o lamentando que nuestra labor no sea reconocida como quizá merezcamos. Lo mejor es comenzar de nuevo cada día, mirar hacia adelante y aislarnos de la ingratitud de quienes sacamos adelante con esfuerzo, con abnegadas y mal pagadas horas de quirófano. También sé que estas líneas no son ni optimistas ni esperanzadas, pero puedo asegurar sin equivocarme que reflejan una realidad que, al menos, es la que mi equipo y yo vivimos cada día.