La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Respaldo firme al modelo Muface
ElEl pasado 15 de julio trascendió públicamente el plan de acción del Ministerio de Sanidad para la Transformación del Sistema Nacional de Salud (SNS) en la era post-Covid-19. El documento ha provocado un rechazo bastante generalizado en el sector sanitario por distintas razones, entre las que destaca la propuesta de desbaratar el mutualismo administrativo.
No es el primer intento –ni seguramente será el último– que se pone sobre la mesa para suprimir un sistema que el 84% de los funcionarios escoge de forma voluntaria, lo que se traduce en casi dos millones de personas que, bien vía Muface, bien mediante Mugeju o bien por Isfas, decide libremente ser atendido en la sanidad privada.
En mi opinión –atendiendo esencialmente a las cifras de gasto sanitario y de actividad asistencial disponibles–, el mutualismo administrativo es un modelo cuya eficacia y eficiencia han sido sobradamente demostradas durante décadas.
Hay quien considera que el modelo debería ser puesto a disposición de más grupos funcionariales y quien califica de irresponsabilidad la idea de cambiarlo en tanto que su modificación/liquidación tensaría de forma considerable la ya de por sí frágil sostenibilidad del SNS. Yo creo, además, que el modelo Muface – como la Sanidad en su conjunto– debe contar con mayor financiación, pues de esta manera podría mejorar el servicio prestado y ejercer en mayor medida de complemento a la Sanidad pública. Situaciones como la acontecida en los últimos meses por culpa de la Covid-19 ponen de manifiesto algo que algunos llevamos muchos años defendiendo: la relevancia de la colaboración públicoprivada como vía para consolidar y desarrollar los niveles de calidad del SNS ante las necesidades asistenciales crecientes en cantidad y complejidad de los ciudadanos, y –como hemos visto en los últimos meses– ante pandemias como la que todavía padecemos.
El mutualismo administrativo es una muestra representativa de ello y por eso, y frente a sus detractores, quiero darle desde estas líneas mi más firme respaldo.
«El 84% de los funcionarios lo escoge de forma voluntaria, lo que se traduce en casi dos millones de personas»