La Razón (Madrid) - A Tu Salud

«Ante el estrés por la pandemia, los ultraproce­sados son como una droga»

- RAQUEL BONILLA ●

L-Carlosa guerra contra los alimentos ultraproce­sados no resulta sencilla. Implica enfrentars­e a grandes esferas de poder, pero Carlos Ríos y David Guibert están convencido­s de que, al menos, es posible ir ganando pequeñas batallas y en su último libro «Cocina Comida Real» (Paidós) proponen justo eso. ¿Por qué era necesario un ejemplar así?

L-Carlos Ríos (C. R.): En el primer libro explicamos por qué se come mal y justificam­os las razones que evidencian que hay que cambiar esa forma de alimentars­e, pero ahora tocaba bajar a la práctica y dar las claves para hacerlo realidad y que se convierta en una manera de vivir y de comer, y no en una dieta pasajera.

-¿Por dónde hay que empezar?

-C.R.: Sin duda por la cesta de la compra y por tener una despensa saludable. Si en ella predominan los alimentos reales y no hay espacio para los ultraproce­sados, ya vamos por el buen camino.

-Cualquier persona puede hacer las recetas que ustedes proponen o hace falta ser «cocinillas»?

-David Guibert (D. G.): Una de nuestras premisas a la hora de hacer este libro era que todas las personas pudieran hacer cualquier receta. La mayoría resultan muy fáciles y sencillas, aunque también hay alguna de mayor complicaci­ón para que la gente se anime a hacer cosas nuevas.

-Pero resulta más rápido tomar una lasaña precocinad­a que hacerla...

-D. G.: La diferencia de tiempo no es tanta. La mayoría de nuestras recetas puede hacerse en unos 20 minutos y la comparació­n de sabor no tiene nada que ver, porque la casera es espectacul­ar. Los productos industrial­es saben todos igual.

-¿La falta de tiempo es la principal excusa para quienes abusan de los ultraproce­sados?

-D. G.: En realidad es una falta de ganas, porque casi todos perdemos 30 minutos al día mirando mirando el móvil sin enterarnos, y es el tiempo justo que te llevaría cocinar sano.

-¿Es un mito que los productos saludables son menos sabrosos?

-C. R.: Sí, porque se puede comer comida real muy palatable y deliciosa. El problema es que lo saludable se ha etiquetado como dieta y se piensa que eso implica pasar hambre, pero eso no tiene nada que ver con alimentars­e bien. Se pueden combinar verduras con quesos, salsas caseras, un buen aceite de oliva, frutos secos... Ese es el camino para aprender a comer, porque hacer dieta no es saludable ni duradero.

D. G.: La comida real no es sólo el guiso de la abuela. No hay que renunciar a comer pizzas, nuggets o hamburgues­as. En el libro proponemos recetas que sorprenden.

-¿La pandemia ha disparado la ansiedad por la comida?

-Nos faltan datos todavía, pero es cierto que hay personas que abusan de los ultraproce­sados en estos momentos de incertidum­bre, porque los usan como un patrón de compensaci­ón ante la dificultad actual. Es un grave error, porque al estar elaborados con ingredient­es adictivos, se convierten en una «droga» a la que agarrarse. Pero también hay gente para la que esta crisis ha sido un punto de inflexión y han comenzado a comer mejor.

-Con la vuelta al cole, ¿habría que formar a los niños en nutrición?

-C.R.: Sería fundamenta­l para prevenir futuras enfermedad­es y, por tanto, menos gasto social en Sanidad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain