La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Verduras y frutas, esenciales para fortalecer el sistema inmune
Una dieta variada basta para tener un sistema inmune fuerte, aunque puede fortalecerse con complejos vitamínicos bajo prescripción
Con la pandemia de la Covid-19 como telón de fondo, una de las principales preocupaciones de esta vuelta al cole es la de reforzar las defensas de los niños y protegerles del posible contagio. En ese engranaje, la alimentación se convierte en una de las piezas clave para que el puzle de la inmunidad encaje. «La mejor defensa de la salud es una dieta variada, rica en nutrientes, junto con una buena microbiota intestinal, lo que logra un sistema inmunitario fuerte», asegura José Manuel Moreno, coordinador del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
La pauta parece clara: alimentación rica y variada. «Esto se traduce en un consumo diario de frutas y verduras, con pescado al menos tres o cuatro veces a la semana, suficiente cantidad de lácteos (incluyendo los fermentados) y con consumo de cereales, preferiblemente integrales. Además, hay que reducir la ingesta de carnes rojas y limitar los ultraprocesados», detalla Moreno, quien añade que en el caso de los niños también resulta imprescindible «comer sin distracciones, hacer actividades al aire libre y dormir suficientes horas». De esta manera, desde el plato es posible cubrir todos los requerimientos necesarios para tener unas buenas defensas que protejan a los menores frente a virus estacionales, entre ellos el SARS-CoV2. «Las vitaminas y los minerales son los ingredientes imprescindibles del sistema inmune, como la vitamina D, así como la A o la E. Por su parte, minerales como el hierro o el zinc, presentes en la carne y en verduras de hoja verde, también mejoran las defensas. No se trata tanto de comer mucha cantidad de algo, sino más bien de que la alimentación sea muy variada», advierte Paula Crespo, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana.
Pero esta recomendación no siempre resulta sencilla de aplicar con los niños. «Llevar una dieta equilibrada sería suficiente para mantener un buen sistema inmune, pero en algunos menores es habitual encontrar menús muy monótonos y eso puede provocar desequilibrios que debilitan las defensas», asegura Crespo. Ante esas posibles deficiencias puede resultar aconsejable optar por suplementos alimenticios «cuyo fin es complementar la dieta normal y que consisten en fuentes concentradas de nutrientes (vitaminas y minerales) o de otras sustancias que tienen un efecto nutricional o fisiológico, en forma simple o combinada», explica María Mercedes Sánchez, responsable del Departamento de Información Científica y Cosmética de Laboratorios Marnys.
Existen muchas opciones de ayuda «extra», pero tal y como recomienda Domingo Pérez León, médico asesor de Mundonatural y director del Instituto Biológico de la Salud, «para niños de corta edad se les puede recomendar preparados a base de calostro, vitamina C y minerales como el zinc o el selenio, así como revisar en los análisis de sangre si tienen unos buenos niveles de vitamina D y de hierro sérico y ferritina. Si están bajos deberíamos suplementar. Además, resulta muy importante la incorporación de prebióticos y probióticos, ya que mejoran el 80% de nuestro sistema inmunológico». Propóleo o jalea real son algunas opciones habituales cuando llega el otoño. «La jalea mejora el apetito en niños que comen poco, fortalece el sistema inmune y les hace sentirse mejor», asegura Pérez León, mientras que «la vitamina D contribuye a la normal función inmune a partir de los 3 años, lo cual se encuentra respaldado por la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea», concluye Sánchez.