La Razón (Madrid) - A Tu Salud
VACUNA: SEGURIDAD VS PRISAS
LaLa vacunación es, junto con la educación sanitaria y el control de los riesgos ambientales, la máxima expresión en términos de salud pública para prevenir enfermedades; la forma más sencilla, segura y efectiva de controlar, eliminar y erradicar patologías infecciosas. La evolución experimentada en nuestro país desde la vacunación contra la viruela en el siglo XIX hasta los calendarios comunes en todo el SNS consensuados desde 2013 ha sido progresiva: tuberculosis en la década de 1920; poliomelitis a partir de los 50’; viruela, sarampión y rubeola a partir de 1970... y así llegamos hasta nuestros días, con tasas de vacunación elevadas –por encima del 97% en primovacunación– y a la espera de una vacuna segura y efectiva contra el SARSCoV-2.Mientras el presidente del Gobierno y el ministro de Sanidad se han comprometido a vacunar a 1,5 millones de personas a partir del próximo mes de diciembre, desde la OMS pronostican que las posibles vacunas contra el virus de la Covid-19 no estarán disponibles para la población general antes de dos años y los laboratorios implicados en la producción piden margen para garantizar la citada seguridad y apuntalar la imprescindible efectividad. Los ensayos clínicos ya han comenzado en hospitales españoles, cierto es, pero los expertos advierten de los años que suelen ser necesarios para desarrollar una vacuna –cuatro como mínimo y «Cuatro años como mínimo y en el mejor de los casos suelen ser necesarios para hacer una vacuna» en el mejor de los casos– e invitan a la cautela al citar ejemplos de enfermedades infecciosas como el sida para las que aún no hay vacuna a pesar de los cuantiosos esfuerzos y recursos invertidos desde hace décadas. Prudencia, paciencia y optimismo. Esa parece ser la mejor receta mientras la vacuna segura y efectiva antes referida es puesta a nuestra entera disposición. Mientras esto sucede, la OMS recomienda asumir la convivencia con el virus, usando adecuadamente la mascarilla, respetando las distancias y manteniendo siempre las manos limpias. No nos queda otra que ser responsables y tener presente el refranero español cuando dice que las prisas no son buenas consejeras, pues lejos de ser la excepción, la salud pública –la vacunación contra el SARS-CoV-2- ha de ser interpretada por todos como el mejor ejemplo de ello.