La Razón (Madrid) - A Tu Salud
NUEVAS IDEAS EN EL CONTROL DEL RIEGO VASCULAR
UnaUna de las mayores preocupaciones de los cirujanos vasculares en la actualidad es la de mantener a sus pacientes a salvo de nuevos episodios isquémicos, no sólo en aquellas arterias que han sido tratadas mediante cirugías abiertas, angioplastias o stents, sino también en lo que resulta a veces más determinante: sin nuevos procesos trombóticos letales como infartos de miocardio o ictus cerebrovasculares durante los siguientes meses y años. Sabemos que tras la revascularización de arterias, uno de cada cinco pacientes con enfermedad arterial periférica sufrirá isquemia aguda de la extremidad, amputación mayor, infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular isquémico o muerte cardiovascular en un plazo de tres años. Las pautas de manejo de estos pacientes se basan en numerosos estudios en los que se combinan, después de los tratamientos arteriales, los antiagregantes plaquetarios, como la Aspirina, con medicamentos como el Sintrom que son anticoagulantes. Los resultados nos habían proporcionado tasas demasiado altas de complicaciones debidas a hemorragias, muchas de ellas graves. En la búsqueda de una mejor alternativa terapéutica se diseñó el ensayo Voyager Pad, que propuso evaluar la seguridad y la eficacia de 2,5 mg de rivaroxabán dos veces al día más Aspirina, frente a Aspirina Aspirina sola para reducir los episodios vasculares de tipo trombótico tras revascularización periférica. El rivaroxaban es un fármaco nuevo con efecto anticoagulante a dosis de 20 mg/día y su uso se ha extendido para tratar las trombosis venosas profundas de las extremidades. Con esta pauta, además de la aspirina, se pudo lograr una reducción de hasta un 15% en los cuadros adversos graves en las extremidades y en los eventos cardíacos adversos graves, sin un aumento significativo en las hemorragia que pudieran estar asociadas al uso de anticoagulantes. La isquemia aguda de las extremidades se redujo en un 33% en comparación con el estándar de atención médica. Por lo tanto, el estudio cumplió tanto con su criterio de valoración principal de eficacia, una nueva medida de resultado que combina eventos adversos importantes en las extremidades y cardíacos, como con su criterio de valoración principal de seguridad, que es la aparición de cuadros de hemorragia secundaria a tratamiento. Los autores sugieren que tras la revascularización arterial de miembros inferiores sería un tratamiento de por vida. Por ello concluimos que su uso permite reducir las complicaciones.