La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Una buena prueba del excelente nivel de la cirugía plástica en España
Lleva trabajando con su equipo mucho tiempo ya. Casi 30 años con un bisturí en la mano, como él mismo cuenta, dedicado a los pacientes. Y aunque, como también señala, ellos son los que les premian cada día, «que este año haya decidido el comité de A TU SALUD de LA RAZÓN que somos merecedores de este galardón es un honor, pero insisto que es un reconocimiento a la profesión, a los años dedicados en cuerpo y alma a nuestros pacientes».
Porque Moisés Martín Anaya entiende esta distinción como un reconocimiento a la profesión, «representando a muchos compañeros que pasan su vida en un quirófano, demostrando cada día el excelente nivel que mi especialidad, la Cirugía
Plástica, reparadora y estética tiene en España, y que tan reconocido es a nivel mundial».
«Sé con certeza que muchos compañeros de profesión trabajan con rigor y profesionalidad. Luego, cada uno en su día a día, en la consulta y en su quirófano tiene su forma particular de dirigirlo. El criterio estético personal lo plasmas en tu trabajo. Tienes que sentirte a gusto con lo que haces, y el resultado también me tiene que agradar a mi, no realizas un trabajo de determinada manera porque así te lo pide el paciente. El resultado que perseguimos debe ser consensuado con el especialista, que aporta su punto de vista profesional y su experiencia», explica sobre lo que les diferencia del resto.
La cirugía y la terapéutica estética constituyen en la actualidad un campo de la Medicina muy exigente y dinámico. Los continuos estudios en genética, luz pulsada, luz láser, radio-frecuencia, ultrasonidos y técnicas quirúrgicas, unidos a la gran demanda de los pacientes, que solicitan tratamientos cada vez más conservadores, indoloros y que permitan una rápida incorporación a su vida cotidiana, empujan a una continua puesta al día en esta profesión.
«La sociedad actual ya ha superado antiguos conceptos que consideraban el acto médico aquel encaminado a diagnosticar, tratar y prevenir enfermedades. Hoy en día, en un concepto mucho mas amplio y menos restrictivo se considera como acto médico aquel que busca mantener, promover y restablecer la salud. Es en este ámbito en el que mi especialidad brilla y se pone en valor», cuenta Martín Anaya.
Respecto a la situación actual marcada por la pandemia de la Covid-19, reconoce que estamos viviendo un año difícil y que el Estado de Bienestar del que venimos gozando en los últimos años nos había hecho olvidar que situaciones como esta pueden ocurrir, y que tenemos que estar preparados para afrontar situaciones de crisis sanitarias y económicas. Sin embargo, continúa «la vocación médica solo tiene una finalidad, que es la atención y cuidado de los pacientes. Ese fin no ha cambiado. Las prioridades si son distintas. Cuando las cirugías electivas fueron aplazadas por el estado de alarma, los quirófanos se cerraron, y cuando la situación permitió volver a intervenir hernias, cataratas… nuestras cirugías volvieron a programarse también. La seguridad debe de ser la misma. Pero el esfuerzo para ello hoy es mayor. La preparación del paciente antes de las cirugías es mas exhaustivo para lograr un nivel de seguridad semejante al obtenido antes de la pandemia».
Especialmente por sus pacientes y por su «cariño y fidelidad. Lo conocíamos antes de que el coronavirus se apoderara de cada minuto de nuestras vidas. Pero después de la pandemia, nos emociona comprobar su vinculación con nosotros, su cercanía y su agradecimiento. Cuando uno se enamora de la Medicina y decide convertirla en su profesión no hace cábalas sobre su futuro laboral, sólo se ilusiona con dedicar su vida a los pacientes. El paso de los años te hace ver que, en muchas ocasiones, recibes mas de lo que das. Pasaremos esta etapa de dificultad, seguro, y lo haremos mas unidos y mejores», concluye optimista el experto.
«La sociedad ha superado antiguos conceptos que consideraban el acto médico aquel encaminado a diagnosticar, tratar y prevenir»