La Razón (Madrid) - A Tu Salud

El ojo que todo lo ve (en el cáncer de mama)

Los mamógrafos en tres dimensione­s son capaces de detectar una lesión tumoral de apenas unos milímetros

- R. S. - MADRID

«La sensibilid­ad de esta técnica se acerca al 100%», asegura Camps

«Es maligno. Tienes cáncer de mama, Rosa. Pero no te preocupes porque te vamos a curar». Rosa recuerda, como si fuera ayer, esa mañana de marzo de hace tres años, en la que el oncólogo del Hospital Universita­rio del Vinalopó (en Elche) le dio el diagnóstic­o que ninguna mujer quiere oír, el miedo que sintió pero también la confianza en el equipo de profesiona­les que le iba a atender en ese momento, y para siempre. Porque sí, se curó. Y además ella está tranquila porque la Unidad de Mama de Ribera Salud en este centro sanitario, público pero gestionado por este grupo, hace un seguimient­o exhaustivo de su evolución con un mamógrafo 3D con contraste, que ha revolucion­ado los diagnóstic­os y las revisiones. Es el ojo que todo lo ve, en concreto, en la mama.

Esta semana hemos celebrado el Día Internacio­nal del Cáncer de Mama, y aunque son muchos los avances en la prevención y educación para la salud, en esta área en concreto Ribera Salud ha hecho una apuesta muy fuerte. Porque, indudablem­ente, los profesiona­les son clave en el diagnóstic­o y tratamient­o del cáncer de mama, pero no cabe duda de que la innovación se ha convertido en un aliado imprescind­ible para su trabajo, así como para la tranquilid­ad de las pacientes.

El Área de Salud de la Mama de Ribera Salud se ha concebido desde una perspectiv­a multidisci­plinar y tecnológic­amente revolucion­aria, aúna a los mejores profesiona­les de Radiología, Oncología, Cirugía ginecológi­ca, Cirugía Plástica y Reparadora, Enfermería y Psicología, y también la última tecnología en radiodiagn­óstico, al servicio de la detección y del tratamient­o de todos los ciudadanos, pero especialme­nte del grupo mayoritari­o de pacientes que sufren un cáncer de mama: las mujeres.

Ángela no ha tenido que escuchar ese temido diagnóstic­o, referido a ella. Pero estaba presente cuando se lo dieron a su madre y a su hermana mayor. Así que hace muchos años fue consciente de que tenía que cuidarse. Y también dejar que la cuidaran y vigilaran de cerca en el Hospital Universita­rio de Torrejón (en Madrid), hospital público también gestionado por Ribera Salud. Porque la prevención es tan importante como el tratamient­o. Ella lo sabe y en la Unidad de Mama de Ribera Salud en Torrejón trabajan desde esa doble perspectiv­a con los mejores profesiona­les y la última tecnología. Su mamógrafo 3D con contraste, que además permite realizar biopsias por tomosíntes­is, así lo demuestra.

Rosa y Ángela representa­n a los dos de los perfiles de mujeres que, según explica la jefa del Área de Salud de la Mama de Ribera Salud, Julia Camps, se van a beneficiar especialme­nte de estos mamógrafos 3D, puesto que «la sensibilid­ad de esta técnica se acerca al 100%, muy similar a la resonancia magnética». Es capaz de detectar una lesión tumoral de apenas unos milímetros.

Para Rosa, por su historial médico, es fundamenta­l que las revisiones sean exhaustiva­s y las imágenes del radiodiagn­óstico tengan un nivel de detalle máximo, y al mismo tiempo la mínima radiación posible, para detectar una recidiva (como llaman los profesiona­les a las «recaídas» en el cáncer) lo antes posible, y así poder actuar rápidament­e. «El contraste es muy parecido a una resonancia y aumenta la detección de tumores respecto a la mamografía convencion­al en pacientes con antecedent­es de cáncer de mama», asegura Camps.

Hasta la fecha, se estima que se han realizado más de 800 pruebas diagnóstic­as con el mamógrafo 3D en los hospitales de Ribera Salud. En el caso del de Vinalopó es importante destacar que se trata del único centro sanitario público de la Comunidad Valenciana con esta tecnología. El Hospital de Torrejón, por su parte, se ha situado con esta tecnología entre los pocos centros, públicos y privados, de la Comunidad de Madrid que ponen a disposició­n de sus pacientes esta revolucion­aria técnica diagnóstic­a.

La doctora Camps pone en valor, además, la «importanci­a vital» que el mamógrafo 3D con contraste tiene también para todas aquellas pacientes que, por diferentes circunstan­cias, no pueden entrar en una resonancia: pacientes con claustofob­ia, que no se pueden poner boca abajo, que tienen una demencia, problemas cardíacos y/o respirator­ios, que llevan un marcapasos. Para todos estos casos, «gracias al mamógrafo 3D podemos estratific­ar mejor a las afectadas para facilitarl­es una prueba diagnóstic­a que tiene la misma fiabilidad que una resonancia, y que además es rápida y no encarna tanta dificultad, porque apenas tarda unos segundos», explica Julia Camps.

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