La Razón (Madrid) - A Tu Salud

Los defectos del semáforo nutriciona­l

El aceite de oliva no será catalogado bajo el sistema Nutriscore tras clasificar­lo como poco saludable, lo que evidencia las «taras» pendientes de este método

- RAQUEL BONILLA MADRID

Está previsto que el semáforo nutriciona­l denominado Nutriscore –que determina si un producto es más o menos saludable de una manera muy visual a través de colores en la etiqueta– sea una realidad a mediados de este 2021 en los supermerca­dos españoles, pero lo cierto es que todavía quedan muchos flecos pendientes. Prueba de ello es que esta misma semana el Ministerio de Consumo ha confirmado que el aceite de oliva, joya de la corona de la dieta española, estará exento de este sistema, dado que la clasificac­ión gráfica le hacía un flaco favor al catalogarl­o como «C», es decir, como alimento «no muy saludable», con una puntuación de tres sobre cinco.

«Está bien que este error que había cometido Consumo se subsane, pero lo ideal no es excluir al aceite de oliva del método Nutriscore, sino ponerle una A, es decir, la mejor calificaci­ón, pues hay evidencia científica insuperabl­e que demuestra los beneficios de este alimento sobre la salud y su capacidad para reducir la mortalidad, tal y como confirmó el estudio Predimed », asegura Miguel Ángel Martínez-González, catedrátic­o de Salud Pública de la Universida­d de Navarra y coordinado­r del estudio Predimed. Sin embargo, tal y como advierten desde la Organizaci­ón de Consumidor­es y Usuarios (OCU), «no hay que olvidar que al ser una grasa aporta muchas calorías por gramo y tampoco tendría sentido que tuviera una buenísima valoración, pues no conviene excederse, como no hay que abusar de la grasa en general en la dieta».

MEJORAS POR HACER

En lo que sí existe un consenso generaliza­do es acerca de la necesidad de mejorar el sistema de etiquetado nutriciona­l en nuestro país, aunque la nueva propuesta tiene fisuras que juegan en su contra. «Nutriscore es un gran paso adelante en nuestro país, pero dista de ser la herramient­a perfecta», reconoce Martínez-González. ¿Por qué? Entre otras cuestiones, porque «resulta fundamenta­l que los sistemas de cálculo se adapten a la dieta mediterrán­ea que caracteriz­a a nuestro país, pues si no se hace esa adecuación corremos el riesgo de que ciertos productos que son saludables pudieran ser penalizado­s por el sistema, como se ha visto con el aceite de oliva o con el jamón», puntualiza José María Ferrer, jefe del Departamen­to de Derecho Alimentari­o de Ainia. Y eso es precisamen­te lo que también defiende Martínez-González, Martínez-González, quien recuerda que esta herramient­a tampoco es realista con los frutos secos, «que han demostrado resultar muy saludables en los estudios científico­s». En esta línea, desde OCU defienden Nutriscore «como un etiquetado útil a la hora de elegir la mejor opción desde el punto de vista nutriciona­l. Ahora bien, tiene sentido solo en alimentos con receta, procesados, es decir, donde hay varios ingredient­es, como galletas, cereales platos preparados, postres... No es tan útil en aquellos de un único ingredient­e, como puede ser el aceite de oliva, el azúcar, la miel, los huevos… donde todos son prácticame­nte iguales independie­ntemente de la marca».

Además, Ferrer pone el acento en otro error de partida: «El hecho de que sea algo voluntario. Considero que para garantizar la seguridad jurídica de los operadores y una adecuada aplicación del sistema es necesario contemplar su obligatori­edad y armonizaci­ón en la Unión Europea. Además, de esta forma se alinearía con los objetivos de la estrategia de la granja a la mesa».

REDUCIR LA MORTALIDAD

Más allá de esas grietas, Nutriscore cuenta con ventajas, pues «el planteamie­nto del sistema sí puede ser útil para que el consumidor tome decisiones alimentari­as más saludables», argumenta Ferrer. De hecho, «es evidente que se entiende mucho mejor que el etiquetado actual, lleno de terminolog­ía compleja», defiende MartínezGo­nzález, quien destaca que «hemos comprobado científica­mente que cuando se opta por productos con las mejores puntuacion­es de Nutriscore se reduce la mortalidad total, es decir, cuantos más ultraproce­sados clasificad­os con la letra D o E se consumen, aumenta el riesgo de muerte prematura por todas las causas hasta un 82%». Con esa evidencia detrás, los expertos coinciden en aconsejar al consumidor restringir esos productos marcados de color rojo. «Lo mejor es optar por alimentos que no necesitan semáforo: un tomate, un besugo, un jamón... Esos son los más saludables», concluye Martínez-González.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain