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La genética puede determinar la inmunidad frente a la Covid-19
Estudios sugieren que un grupo de genes regula la respuesta inmune
Los anticuerpos neutralizantes se desarrollan en el plazo de las dos semanas de una infección por SARS-CoV-2, pero su duración e intensidad pueden variar según el individuo, lo que genera preocupación sobre las perspectivas de inmunidad duradera y eficacia de las vacunas contra la Covid-19.
En un artículo publicado en la revista científica «PLOS ONE», los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (EE UU) informan que la respuesta inmune individual al SARS-CoV-2 puede estar limitada por la histocompatibilidad principal complejo (o HPC), un conjunto de genes variables que codifican proteínas de la superficie celular y que son esenciales para el sistema inmunológico adaptativo.
Específicamente, los autores principales, Maurizio Zanetti, profesor de Medicina y Hannah Carter, profesora asociada de Medicina, examinaron cómo la HPC interactúa con dos tipos de linfocitos o células inmunes denominadas T y B.
«El sistema inmunológico responde a los patógenos invasores produciendo anticuerpos destinados a interceptar y neutralizar al patógeno –explica Zanetti–. La producción de anticuerpos contra proteínas requiere una cooperación productiva entre el linfocito T y el linfocito B, que deben reconocer las secuencias de antígenos adyacentes iniciadas por este grupo de genes en las células B. Las secuencias de péptidos en estrecha proximidad involucran a las dos células de manera preferencial y no aleatoria. El HPC sirve como enlace entre los linfocitos T y B en este proceso».
Sobre la base de este razonamiento, los investigadores analizaron computacionalmente todos los posibles fragmentos de la proteína de pico RBM, que es un desencadenante tanto de la respuesta inmune humana como de la actividad de la vacuna, en relación con las más de 5.000 moléculas HPC diferentes representadas en la población humana mundial.
Para su sorpresa, los autores encontraron que la propensión promedio del grupo de genes a mostrar péptidos derivados de RBD es baja. Dado que la unión del HPC es una medida indirecta de la probabilidad de que las células T se activen y estimulen al linfocito B para que produzca anticuerpos contra la RBM, los investigadores dedujeron que la producción de anticuerpos específicos de la RBM podría verse obstaculizada por el mal ajuste de estas porciones del virus al conjunto de genes estudiados.
«Esto podría conducir a peores respuestas de anticuerpos neutralizantes», asegura el primer autor Andrea Castro, miembro del laboratorio de Carter. «Y en el caso del SARS-CoV-2, la mala presentación de los fragmentos clave de RBD por parte de muchos alelos del MHC podría constituir un obstáculo para la producción de anticuerpos neutralizantes dirigidos al RBM».
DOBLE IMPLICACIÓN
Los científicos sugieren que la historia inmunológica de los individuos puede desempeñar un papel en la respuesta de las células T y la activación posterior de los linfocitos B que pueden producir anticuerpos neutralizantes fuertemente dirigidos.
Las posibles implicaciones del estudio son dobles, según Carter: «Una es que la capacidad de generar anticuerpos con una potente actividad de neutralización puede variar considerable mente de un individuo a otro dentro de la población general, lo que refleja la gran diversidad genética del HPC. La otra es que la falta de cooperación eficaz entre los l in fo citosTyB puede afectarla longevidad de las respuestasde anti cuerpos neutralizan tes en las personas infectadas».