«Es muy triste tener cuatro ministros en cinco años»

ENTREVISTA / TOMÁS COBO Candidato a la presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos

-Ha sido vicepresidente de Serafín Romero durante estos últimos cuatro años y ahora se presenta como candidato para sustituirle. ¿Por qué ha dado este paso?

-Porque creo que necesitamos modernizar la institución, hacerla más útil, más ágil, más cercana al día a día de los profesionales asistenciales. Todo eso es lo que me ha movido a presentarme a liderar un proyecto de modernización de la organización, porque creo que es la gran tarea pendiente.

-¿Se han hecho mal las cosas en la última época?

-Si fuera así yo también tendría culpa de esos posibles fallos porque estaba dentro del órgano de gobierno. Se trata más bien de afrontar con normalidad un proceso democrático. A Serafín le tengo un grandísimo aprecio, pero ya lleva 13 años vinculado a la organización y está bien que las instituciones se renueven.

-¿Qué destacaría a favor de su candidatura frente a otras?

-Mi visión de modernización y de mirar a Europa, por la experiencia previa que tengo, además del hecho de conocer la realidad palpable de la práctica clínica, pues creo que las instituciones se van despegando del día a día y eso es contraproducente.

-Si sale elegido el próximo sábado, ¿cuáles será los primeros pasos que dará el Cgcom?

-Te diría que cuatro: hacer una reforma del Código de Deontología Médica, y ya estamos en ello; renovar los estatutos para hacerlos más dinámicos; lanzarnos a la vanguardia de la digitalización en los procesos administrativos y, por último, potenciar al máximo con un enlace directo con la Unión Europea de Médicos Especialistas la formación médica de posgrado, la formación médica continuada y los protocolos de calidad asistencial.

-¿Qué está fallando en la profesión médica y que usted intentará cambiar si vence?

-Hay tres ejes clave: la abrumadora precariedad profesional, el bajo salario en comparación con los colegas europeos y la inexistente formación médica continuada. Estos tres problemas existían de base y la pandemia los ha evidenciado más.

-¿Si gana sacará del cajón la querella al Gobierno que quedó pendiente de presentar?

-Judicialmente no se llevó a cabo porque no se vio una viabilidad concreta. Yo creo que es importante que colaboremos con la Administración, pero también diferenciar entre colaborar y ser colaboracionistas, pues estamos obligados a denunciar todo lo que nos parezca inadecuado y sin ninguna duda lo haré.

-¿Es un chasco que la nueva ministra de Sanidad tampoco conozca el mundo sanitario?

-Es muy decepcionante que hayamos tenido cinco ministros apenas cuatro años. Es triste porque demuestra la poca importancia que se le da desde el Gobierno y el pesimismo que genera entre los profesionales la política.

-¿Y qué opinión le merece la Ley de la Eutanasia?

-Nos pone en una situación compleja, porque la eutanasia no se considera un acto médico, pero tenemos que cumplir la ley. Nuestro reto es ser lo más garantistas posibles para garantizar la objeción de conciencia. No nos gusta el artículo 16 en el que se habla de un posible registro de objetores de conciencia. Eso es francamente mejorable.

«Es necesario modernizar la OMC y estar más cerca del profesional clínico. Eso se ha perdido»