La Razón (Madrid) - A Tu Salud
ASÍ AFECTAN LOS ÁCIDOS GRASOS AL ESTRÉS
LosLos ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) son ácidos grasos polisaturados de gran importancia para nuestro organismo. Son necesarios como precursores de los eicosanoides para concluir los procesos inflamatorios, o para el buen funcionamiento del cerebro. Sin embargo, es menos conocido que también nos ayudan a ganar flexibilidad y contribuyen a controlar el estrés.
Si no consumimos suficiente EPA y DHA con nuestra alimentación durante un periodo prolongado, aumenta el riesgo de que se produzcan trastornos cerebrales por la escasez de DHA en nuestras membranas celulares. La pérdida de DHA de estas membranas se asocia con diversos problemas, en particular con un deterioro de su fluidez. De esta manera disminuye nuestra capacidad para adaptarnos con flexibilidad a las circunstancias de la vida. Esto también limita nuestra capacidad para lidiar adecuadamente con el estrés. Por lo tanto, es muy importante asegurarnos una cantidad suficiente de DHA en nuestros alimentos y células.
El DHA puede obtenerse de los alimentos, especialmente de los mariscos. Tanto los pescados grasos (caballa, trucha, salmón, arenque, sardinas) como las algas (hierba de mar) son buenas fuentes de ácidos grasos omega-3. También se sugiere considerar la suplementación con ácidos grasos omega-3, DHA y EPA especialmente si existe falta de flexibilidad y de resistencia al estrés.