La Razón (Madrid) - A Tu Salud
EL MAL DE TODOS
EstoyEstoy en contra de todas las violencias, más aún de aquellas destinadas a inocentes o vulnerables. Me duelen enormemente los últimos asesinatos de las niñas, de todas, así como el tormento que están sufriendo sus familias. Pero ahora hablaré, por boca de sabios, de esa violencia especifica hacia las mujeres. Violencia que las últimas tragedias han vuelto a negar; como si no fuera un mal estructural que nos arrastra a todas y a todos.
Fusionar realidades diferentes es un error dañino. Como dañino es para los varones la obligación de adquirir una mentalidad que les puede empujar a crueles actos bumerán. Todo lo bueno vuelve, todo lo malo también. Nadie que trate mal a otro sistemáticamente es buena persona.
Sin embargo, ¿nació ese ser mala persona? No, no puedo aceptar que un número significativo de hombres actúen con un instinto malvado cuando sienten que pierden el poder sobre su pareja. No lo creo. Creo que es en buena medida la estructura patriarcal, esa que somete nuestras mentes a través de la educación y las costumbres, la principal responsable.
Los antropólogos nos dan esperanza, afirman que no siempre ha sido así, que antes de que llegaran las civilizaciones, los hombres vivían en armonía con la naturaleza y en colaboración con sus compañeras; que es a partir de un gran calentamiento de la tierra y la posterior falta de sustento, cuando comienza la depredación por los territorios fértiles, cuando la fuerza física se instaura como valor supremo.
Es ahí, explican, cuando el hombre esclaviza a la mujer. Atenderlos a ellos y sus retoños será su labor. Los varones ejercerán el control, el mando. Entonces ellos, pobres, se perderán experiencias maravillosas como el cuidado de la vida. Algunos, incluso, se verán abocados a matar a los suyos por preservar su estatus.
Es tremendo que perduré esa cultura de complicidad con la violencia. Porque eso no nos permite amar bien. Ni siquiera amarnos a nosotros mismos. Ese es el mal de todos. Y tomar conciencia para transfórmalo será nuestra mejor, esperanzada y titánica tarea.