La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Mi hijo no quiere vacunarse, ¿qué hago?
INMACULADA CUESTA Enfermera experta en vacunas del Consejo General de Enfermería y Anenvac
«Los efectos del pinchazo suelen ser pasajeros, leves y desaparecen en dos días»
Vacunarnos todos frente a la Covid-19 es fundamental para poder controlar la pandemia producida por el SARS-CoV-2. Las vacunas, junto con las medidas de distanciamiento, el lavado de manos y el uso de la mascarilla, han supuesto una herramienta fundamental para minimizar las formas graves de la enfermedad así como los fallecimientos.
Para prevenir nos tenemos que vacunar, ya que los que lo hacemos nos beneficiamos pero, a su vez, el hecho de vacunarnos hace que disminuya la incidencia de la enfermedad, lo que se traduce en una ventaja global.
Llegado el momento de la vacunación de su hijo adolescente ¿qué puede ocurrir?
1 Mi hijo dice que no quiere vacunarse.
En este caso hay un mensaje que resulta clave: nunca le diga «no tengas miedo». La fobia y el temor a las inyecciones la padecen muchas personas y, lógicamente, también se da en los niños y en los adolescentes.
Este puede ser uno de los motivos por los que su hijo no desea vacunarse. Como padres y madres es importante que exprese y verbalice su miedo.
Como consejo, hay que decirles «es normal que tengas miedo». Pero también que la inyección es muy pequeña y se administra muy deprisa.
Además, la enfermera que vacuna, ha administrado muchas dosis y lo hace muy bien.
2 Mi hijo me pregunta sobre los efectos secundarios.
Todas las vacunas –incluidas las habituales del calendario vacunal– pueden tener efectos molestos después de la inyección. Después del pinchazo permaneceremos un rato en el centro de vacunación para más tranquilidad. Los efectos suelen ser pasajeros, leves y desaparecen en dos días. La enfermera nos dirá lo que hay que hacer en caso de que aparezcan.
3 Mi hijo me pregunta el motivo por el que se tiene que vacunar.
La evidencia científica, y toda la información objetiva sobre las vacunas en general, expresan que junto con la potabilización de las aguas, las vacunas y la vacunación han contribuido en el bienestar de las personas que tenemos acceso. Pero por desgracia, no todas las personas del mundo gozan de estos privilegios. ¡Somos afortunados!
La fórmula mágica para que se termine la pandemia y todas sus consecuencias, pasa porque nos vacunemos todos y ya. La enfermera espera para proteger con la vacuna.