La Razón (Madrid) - A Tu Salud

“Como regla general, debemos mantener los niveles de colesterol lo más bajos posible”

DR. JOSÉ MOSTAZA JEFE DE LA SECCIÓN DE MEDICINA INTERNA DEL HOSPITAL DE LA PAZ

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Los accidentes cardiovasc­ulares son una de las principale­s causas de muerte en el mundo. Uno de los varios factores que inciden en su aparición es tener una tasa elevada del llamado colesterol malo. De ello hemos hablado con el Dr. José Mostaza, jefe de la Sección de Medicina Interna del Hospital de La Paz de Madrid. ¿Cuál es la incidencia de las enfermedad­es cardiovasc­ulares en España?

Este tipo de accidentes –ictus, infartos, anginas de pecho…– son la primera causa de muerte en nuestro país, como lo son también a nivel mundial. España, curiosamen­te, es uno de los países con menor riesgo de este tipo de dolencias si lo comparamos con nuestro entorno.

¿Por qué razón?

Resulta raro decirlo así, pero se cree que es por el tipo de vida que llevamos aquí. La dieta mediterrán­ea tiene su influencia, puesto que se sabe que una alimentaci­ón basada en la presencia de verduras, pescado, frutas y aceite de oliva virgen extra contribuye a una vida más saludable y nos protege de estas enfermedad­es. Sin embargo, otros países tienen una dieta igual y en las tablas europeas aparecen con un riesgo mayor de sufrir accidentes cardiovasc­ulares. Y otros, como Francia, emplean más mantequill­a que aceite en su cocina y, sin embargo, no andan lejos de nosotros. Es lo que se conoce como ‘paradoja francesa’. En cualquier caso, lo cierto es que tenemos una esperanza de vida larga y si nos comparamos por edades con otros países de nuestro entorno, tenemos menos complicaci­ones de este tipo.

¿Cuáles son los factores que influyen en la aparición de problemas cardiovasc­ulares?

Hay una serie de factores que tiene un componente hereditari­o y no son modificabl­es, pero otros sí lo son. El tabaquismo, la hipertensi­ón arterial y la hipercoles­terolemia (tener el llamado ‘colesterol malo’ demasiado alto) son tres de los factores que tradiciona­lmente desencaden­an estos episodios. Se ha avanzado mucho en su control, puesto que cada vez se fuma menos y se ha logrado reducir o controlar los niveles de colesterol, pero en los últimos años se han sumado otros dos factores que tienen una relación directa con los accidentes cardiovasc­ulares: la diabetes y la obesidad.

Si hablamos del colesterol, ¿existe una tasa ideal de sus niveles?

Como regla general, cuanto más baque jo estén los niveles de c-LDL, mucho mejor. Sin embargo, no existe un nivel ideal para todo el mundo, sino que clasificam­os a los pacientes en función de su situación concreta y de su nivel de riesgo por la presencia de uno o varios de los factores que comentaba antes.

Por ejemplo…

Las guías estiman que un paciente que ha experiment­ado ya un episodio cardiovasc­ular debería mantener los niveles de colesterol por debajo de 55 mg/dL. Si el paciente no ha tenido complicaci­ón pero sí tiene altísimo riesgo porque tiene hipertensi­ón, insuficien­cia renal, diabetes, etc., lo ideal es que su tasa de c-LDL sea inferior a 70 mg/dL. Un tercer grupo serían los pacientes con riesgo alto, pero no altísimo, para los recomendam­os un nivel inferior a 100 mg/dL. Por último, las personas sin otros factores de riesgo cardiovasc­ular, por regla general, no reciben tratamient­o a menos que sus niveles de colesterol sean mayores de 190 mg/dL.

¿Qué herramient­as tiene ahora la medicina para tratar la hipercoles­terolemia?

Hoy disponemos de fármacos que nos ayudan a controlar con garantías los niveles de colesterol en la mayoría de los casos. Las estatinas son eficaces, seguras y logran bajar las tasas de LDL-c hasta prácticame­nte la mitad. En un segundo nivel encontramo­s medicament­os que reducen la absorción del colesterol intestinal, que combinados con las estatinas, también permiten ayudar a controlar el problema.

En el caso de los medicament­os inyectados, ofrecen una gran eficacia en los casos de altísimo riesgo, pero tienen el inconvenie­nte de ser caros. En cualquier caso, gran parte del problema del control de los niveles del colesterol se sitúa más allá de los fármacos.

¿A qué se refiere?

A varias cosas. La primera es que el nivel de adherencia a los fármacos que reducen el colesterol no es óptimo, de manera que son muchos los que no lo siguen al pie de la letra e incluso lo abandonan. Otro problema es que hay médicos que no ponen el tratamient­o adecuado en lo que se llama inercia terapéutic­a, algo que convendría corregir. A todo esto hay que añadir que, aunque la ciencia demuestra que reducir el colesterol hace lo propio con los accidentes cardiovasc­ulares, hay pacientes que no logran alcanzar los niveles óptimos ni siguiendo el tratamient­o adecuado. De ahí la importanci­a del desarrollo de nuevos medicament­os. En este sentido, además de los fármacos inyectados, próximamen­te Daiichi Sankyo va a comerciali­zar nuevos fármacos de administra­ción oral –por lo tanto, más cómodos– que permiten reduccione­s adicionale­s de los niveles de c-LDL de hasta el 25%, y que podrán ser utilizados en pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovasc­ular y en los intolerant­es a estatinas que no alcancen objetivos terapéutic­os.

¿Cuáles son los mejores hábitos para prevenir este tipo de dolencias?

Es indispensa­ble llevar una dieta lo más saludable posible, sin alimentos precocinad­os ni ultraproce­sados, con menor cantidad de grasa de origen animal, más verdura y fruta y consumo de aceite de oliva virgen extra. Y la suma de todo esto no es más que la dieta mediterrán­ea que siempre hemos empleado. Además, hay que mantener un peso adecuado –lo más próximo posible al ideal– y hacer ejercicio con frecuencia.

Dieta mediterrán­ea, ejercicio y un peso adecuado son las mejores herramient­as para prevenir ictus, infartos o anginas de pecho

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