Sanidad deja sin espray a los enfermos con depresión

AfaltaAfalta de medidas tangibles para me-jorar me-jorar la Sanidad pú-blica pú-blica –esa que tanto decía defender–, la izquierda ha decidido hacer bandera con la salud mental. En esta estra-tegia estra-tegia hay que enmarcar algu-nas algu-nas iniciativas de Unidas Pode-mos, Pode-mos, el plan de salud mental formulado por el propio Go-bierno Go-bierno y las declaraciones alti-sonantes alti-sonantes de Pedro Sánchez y de la ministra Carolina Darias. Cada vez que se tercia y, sobre todo, resulta necesario ocupar espacios en los medios, los ac-tuales ac-tuales gobernantes lanzan pro-clamas pro-clamas grandilocuentes sobre la lucha contra los suicidios, la mejora de la atención de los pacientes y el fin de su estigma-tización. estigma-tización. ¿Qué hay en realidad detrás de tan bonitas palabras? Poco, por no decir nada. Al igual que ha sucedido con los antivirales contra la covid, que aún no han llegado pese a que Sánchez los prometió para ene-ro, ene-ro, y con la vacunación infantil, que avanza a un ritmo muy in-ferior in-ferior al anunciado por el Eje-cutivo, Eje-cutivo, la realidad ha destapado la vacua propaganda guberna-mental. guberna-mental. Resulta que el mismo Ejecutivo que hace los brindis al sol es el que ha decidido no financiar el primer espray nasal contra la depresión mayor re-sistente re-sistente a los tratamientos. El asunto no es baladí porque el producto ha demostrado efica-cia efica-cia frente a esta antesala del suicidio. Hasta hace poco, la única alternativa para los en-fermos en-fermos era el electroshock. Sin embargo, el fármaco mejora la sintomatología un 50% en me-nos me-nos de 48 horas, y ya lo finan-cian finan-cian Francia, Noruega, Bélgica, Italia, Suecia y Alemania. En España, Sanidad ha alegado razones de coste-efectividad para no hacerlo. ¿Cuánto cues-ta cues-ta una vida? ¿Se acuerdan de lo que decía esta misma izquierda cuando estaba en la oposición y llegaron los nuevos fármacos contra la hepatitis?