La Razón (Madrid) - A Tu Salud
Déficit de médicos y falta de equidad en la Alergología en España
► La necesidad de aumentar el número de especialistas es una reivindicación histórica que, hoy en día, sigue sin cumplirse
LaLa Alergología se define como la especialidad médica que com-prende com-prende el diagnóstico tratamiento de las enfermedades alérgicas. En 1978 es reconocida oficialmente como es-pecialidad, es-pecialidad, quedando sujeta a un programa de formación específico. La Alergología es una especialidad en Ciencias de la Salud a la que se accede por el sistema de residencia (MIR), para cuyo acceso se exige estar en posesión del título universitario oficial que habilite para el ejercicio en España de la pro-fesión pro-fesión de médico (RD 183/2008). La obten-ción obten-ción del título de médico especialista en Alergología supone, por tanto, superar un periodo de formación de cuatro años, sujeto a un programa formativo verificado por el Consejo Nacional de Especialidades Médi-cas. Médi-cas. Durante este periodo, el especialista en formación adquiere la experiencia asisten-cial asisten-cial necesaria para desarrollar sus conoci-mientos conoci-mientos y habilidades para alcanzar la com-petencia com-petencia en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas, independiente-mente independiente-mente de la edad y otras circunstancias del paciente.
Según los datos de una encuesta llevada a cabo por la Sociedad Española de Alergolo-gía Alergolo-gía e Inmunología Clínica (Seaic), la mayor parte de la asistencia sanitaria en Alergología en España se realiza a través del sector sanitario sanitario público y, en su mayoría, en centros hospitalarios. Sin embargo, a pesar de su importancia, España sufre un déficit de médicos médicos especialistas en alergia. De hecho, la necesidad necesidad de aumentar el número de alergólogos es una reivindicación histórica que, hoy en día, sigue sin cumplirse.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, ya desde 1980, que debe haber un alergólogo por cada 50.000 habitantes, a fin de tratar con garantía las enfermedades alérgicas en los países desarrollados.
En los últimos años y a pesar de que en la actualidad se cuenta con unos 1.200 facultativos facultativos con formación específica en Alergología, Alergología, la distribución tanto de profesionales alergólogos como de enfermería especializada especializada es significativamente variable entre autonomías, autonomías, generando largas listas de espera o la derivación de un elevado número de pacientes a médicos no especialistas especialistas en esta área para tratar patologías de base alérgica, incrementando los costes sanitarios sanitarios e influyendo negativamente sobre la calidad asistencial. Según un informe publicado publicado por la Universidad de Las Palmas en 2018, la ratio de alergólogos por 100.000 habitantes habitantes es de 1,42 en el Sistema Nacional de Salud (SNS) (menor que la recomendada por la OMS, de uno por cada 50.000 habitantes), habitantes), aunque esta cifra se eleva hasta 2,3 si se tiene en cuenta el total de empleo, incluyendo incluyendo personal estatutario, interinos, sustitutos o cualquier otro tipo de contrato salvo el de MIR.
Por comunidades, existen importantes diferencias; así, la ratio de alergólogos por 100.000 habitantes varía desde 0 en Baleares, 0,49 en Asturias, 0,77 en Andalucía, hasta 2,31 en Castilla La Mancha o 2,45 en Madrid. Especialmente grave es la situación de Baleares, Baleares, donde con una población cercana a los 1,2 millones de habitantes, no existe ningún ningún servicio público de Alergología, pues tan sólo se cuenta con una especialista adscrita a Otorrinolaringología de Son Espases, en Palma.
Las consecuencias de la falta de especialistas especialistas son especialmente graves, más aún en el contexto de pandemia que vivimos. El tratamiento de cualquier enfermedad es primordial para mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de los pacientes, pero previo a ello también lo es la existencia de un correcto mecanismo y capacidad de diagnóstico. diagnóstico. Por este motivo, la alergia se halla infratratada e infradiagnosticada, recayendo en un insostenible coste para la ciudadanía en términos de calidad de vida, de pérdida de productividad y de un exceso de uso de los servicios de urgencias.
En Baleares, hay determinados servicios que no se están dando, cosa que no ocurre en el resto de comunidades, por lo que los residentes en Baleares se pueden considerar ciudadanos de segunda. En otras regiones los pacientes sí tienen este tipo de servicio en la Sanidad pública, aquí, sin embargo, muchos deben pasar por la sanidad privada o viajar a hospitales de otras autonomías. Asimismo, no se está ofreciendo tratamiento tratamiento de inmunoterapia contra himenópteros (avispas y abejas). En consecuencia, la solución solución para estos pacientes es, simplemente, evitar alimentos o fármacos que generen reacción alérgica grave y esperar no recibir picaduras de himenópteros.
Por todo ello, consideramos que es ya hora de actuar en Baleares y de forma urgente, sobre todo por el bien de los pacientes, ya que sólo tienen acceso a este servicio aquellos aquellos que se lo pueden permitir. Además, esta injusta situación va en contra de la equidad e incumple la Ley de cohesión y calidad del SNS, por la que se establece la obligación de garantizar las prestaciones sanitarias en condiciones de igualdad efectiva en todo el territorio nacional.
«En Baleares hay determinados servicios que no se están dando»