Infancia, autoestima y suicidio

AtendiendoAtendiendo a los da-tos da-tos prepandemia de 2019, la tasa global de suicidios en ni-ños ni-ños y niñas entre 10 a 14 años había aumentado del 0,5% a un 2% en dos décadas. Esta ten-dencia ten-dencia se ha exacerbado tras la irrupción de la pandemia de Covid-19 en 2020, evidencian-do evidencian-do que los desafíos han aumen-tado, aumen-tado, de modo que la salud mental, también en niños y ni-ñas, ni-ñas, se ha convertido en una crisis de salud emergente.

Las sociedades no están pro-gramadas pro-gramadas para la muerte de los niños y niñas, menos por cau-sa cau-sa de suicidio; por lo que sobre este problema de salud públi-ca públi-ca y fenómeno social pesa el tabú de forma más severa cuando se trata de la infancia. Sin embargo, parte de la solu-ción solu-ción es transparentarlo y to-mar to-mar conciencia de ello.

La depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, etc. pueden estar en el origen de un comportamiento suicida en la infancia. Pero quiero llamar la atención sobre algo mucho más peligroso como potencial factor de riesgo, y más sutil, como es la baja autoestima. Ésta tiene más probabilidades de ser un factor de riesgo para la ideación suicida que todos los otros factores, y quizás no sea tomada tan en serio por el entorno del niño o niña.

Los miembros de la familia, amistades y profesorado de-ben de-ben considerar seriamente los signos de baja autoestima del niño o niña, e intentar com-prender com-prender su raíz. Además, se debe trabaja en los factores de protección, en el sentido de construir una sociedad más compasiva y empática; que anteponga los valores de la co-laboración co-laboración por encima de la competición. Y que apueste por el respeto a la diversidad y la igualdad.