La Razón (Madrid) - A Tu Salud
«Podría escribir una trilogía tolkiniana con las anécdotas de la farmacia»
FarmaenfurecidaFarmaenfurecida es el nombre tras el que se «esconde» Guiller-mo Guiller-mo Martín, un graduado en Far-macia Far-macia por la Universidad de Salamanca que, a través del hu-mor, hu-mor, se ha hecho popular en las redes socia-les socia-les y se ha ganado el corazón y las risas de muchos farmacéuticos y estudiantes, pues aborda con frescura y mucha ironía el día a día del gremio. Ahora acaba de lanzar su segunda novela gráfica, « Esta farmacia ne-cesita ne-cesita receta», en la que ofrece una visión divertida de la vida del boticario moderno.
¿Los intríngulis de la farmacia dan como para escribir un libro?
Dan para varios, entre curiosidades, entresijos, entresijos, anécdotas y pacientes se podría escribir escribir una trilogía tolkiniana. Una farmacia es una fuente inagotable de anécdotas y momentos momentos que invitan a reflexión: se debería sustituir el dicho popular «aquí hay de todo como en botica» por «aquí pasa de todo como en botica».
En su libro muestra las dos caras de la farmacia. ¿Qué cosas buenas y qué malas malas destacaría sobre todas?
Lo mejor es que se aprende muchísimo y todos los días tienes una anécdota nueva que llevarte a casa. Y cosas malas, bueno, trabajar de cara al público resulta complicado complicado y más cuando se trata de salud, a veces la gente paga con nosotros cosas que no nos corresponden.
¿Cómo ha influido la pandemia en esto? ¿Cuáles se han agudizado más?
Por lo general el público valora más el papel del farmacéutico durante la pandemia: hemos hemos estado abiertos en todo momento y con la mano tendida al público, hemos ayudado en todo lo que podíamos, solucionado muchos muchos problemas y servido de apoyo a atención atención primaria y a los pacientes. La parte negativa es que se nos ha sobrecargado mucho mucho de trabajo y también ha habido algún incidente desagradable producido por la situación.
El libro, ¿está basado en experiencias personales?
El libro refleja el día a día de una farmacia adornado con alguna anécdota personal, pero creo que es un libro que está basado en experiencias personales de todos los farmacéuticos.
¿Cuál es la situación más surrealista que ha vivido usted en propias carnes?
Una vez me pidieron Sexo Oral (Sueroral).
En otra ocasión una señora me quiso denunciar denunciar por haberle dado un «colirio caducado caducado que le escocía mucho»: se había confundido confundido y se había echado alcohol etílico en los ojos.
¿Qué son los «comandos de prescripción vecinal» que menciona?
Es el famoso «me ha dicho mi vecina que me tome...» esa capacidad de prescripción de todo el mundo basándose en «a mí me va muy bien» o «toma esta pasti que verás que bien». Cuántos disgustos ha costado el recomendar medicamentos a lo loco y no aprendemos...
También le da a las redes sociales... ¿Cómo empezó, qué le aportan?
Empezó como una forma de desahogo: cuento anécdotas, reflexiones, curiosidades... curiosidades... después, viendo el éxito, me he ido centrando también en hacer educación sanitaria. sanitaria. Todo ello, por lo general, en tono de humor.