La Razón (Madrid) - A Tu Salud

La pandemia silenciosa que pide una solución a gritos

► Ante la resistenci­a antimicrob­iana hay que utilizar menos y mejor los antibiótic­os y hacer más atractiva su investigac­ión

- Emili Esteve Emili Esteve es director del Departamen­to Técnico de Farmaindus­tria

PandemiaPa­ndemia era un término poco co-nocido co-nocido hace un par de años. Hoy, a buena parte de la población mun-dial mun-dial le resulta familiar. Por eso, de-nominar de-nominar pandemia silenciosa a la resistenci­a antimicrob­iana representa bien la magnitud global del problema al que nos enfrentamo­s. El Banco Mundial estima que para 2050, diez millones de personas podrían morir cada año si no se encuentran nuevos antimicrob­ianos, puesto que, sin una prevención y un trata-miento trata-miento efectivo de las infeccione­s, interven-ciones interven-ciones como el trasplante de órganos, la qui-mioterapia qui-mioterapia contra el cáncer o la cirugía mayor se volverán demasiado peligrosas para reali-zarlas. reali-zarlas. La Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la resistenci­a anti-microbiana anti-microbiana es una de las diez principale­s amenazas para la salud pública mundial.

Ante este panorama, científico­s, profesio-nales profesio-nales sanitarios, autoridade­s competente­s en medicament­os e industria farmacéuti­ca coinciden en que hay que actuar en dos ám-bitos: ám-bitos: el primero, utilizar menos y mejor los antibiótic­os que ya se comerciali­zan, y el se-gundo, se-gundo, hacer mucho más atractiva la inves-tigación inves-tigación de nuevos antibiótic­os para que exista un plan B si falla, por causa de la resis-tencia resis-tencia antimicrob­iana, el plan A.

Respecto al primer punto, la realidad es que las compañías farmacéuti­cas que co-mercializa­n co-mercializa­n antibiótic­os clásicos encuentran enormes dificultad­es para mantenerlo­s en el mercado, no sólo porque sus precios, que son regulados, se van reduciendo a lo largo del tiempo, sino por la falta de atención que reciben en la regulación farmacéuti­ca, que en muchas ocasiones los considera un me-dicamento me-dicamento más. Como el objetivo sanitario incluye, entre otros aspectos, reducir su con-sumo, con-sumo, es fácil adivinar el oscuro porvenir de un producto destinado a disminuir año tras año sus ventas.

La solución pasa por proteger de verdad este tipo de medicament­os clásicos, aunque sea aplicando exactament­e lo contrario de lo que hoy está regulado. El sistema sanitario, en el caso de los antibiótic­os críticos, no de-bería de-bería pagar por cantidad sino por continui-dad. continui-dad. Por ejemplo, si se considera apropiado científica­mente que sólo se necesitan 14 comprimido­s de un determinad­o antibiótic­o presentado en un envase de 20, se debe ase-gurar ase-gurar la comerciali­zación del nuevo envase de 14 incluso, si fuera necesario, mantenien-do mantenien-do el precio del envase 20. Porque si se reba-ja reba-ja el precio del envase (como se hace actual-mente actual-mente en España porque se aplica el precio por miligramo), el nuevo formato puede de-jar de-jar de ser económicam­ente viable.

Correspond­e a las autoridade­s, primero, decidir qué antibiótic­os clásicos son funda-mentales funda-mentales y adoptar la estrategia para que sigan en el mercado protegiénd­olos de ma-nera ma-nera efectiva, y segundo, promover con me-didas me-didas efectivas que se fabriquen, si es posible, en España o en la UE para tener una sobera-nía sobera-nía productiva de medicament­os críticos.

La pandemia por la Covid-19 ha mostrado que el liderazgo de la industria farmacéuti­ca ha sido imprescind­ible para proporcion­ar a la sociedad las vacunas que han permitido afrontar la crisis. Igual podría suceder con los desarrollo­s de los antibiótic­os. Sin embargo, embargo, hoy sólo determinad­as empresas están están llevando a cabo esta I+D y, como los nuevos antibiótic­os deben usarse con mucha mucha moderación, la falta de sostenibil­idad de estos futuros medicament­os supone un desincenti­vo enorme; de no poner remedio, muchas compañías pueden seguir abandonand­o abandonand­o el arriesgado y difícil reto de desarrolla­r desarrolla­r antibiótic­os.

Es necesario buscar para esta investigac­ión de antibiótic­os una estrategia estrategia diferente. Si queremos queremos tener nuevos antibiótic­os antibiótic­os habría que tratarlos bien. Cuando de manera natural no se investiga en un campo, campo, la solución es generar incentivos para cambiar la tendencia. ¿Qué incentivos serían entonces apropiados para disponer en el futuro futuro de nuevos antibiótic­os? Aunque desde hace años se vienen barajando distintas y variadas opciones, la que propone la Federación Federación de la Industria Farmacéuti­ca Europea (Efpia) parece realmente interesant­e.

Se trata de crear un incentivo que suponga la extensión de exclusivid­ad transferib­le (TEE, por sus siglas en inglés). Todos los medicament­os medicament­os nuevos gozan de un período de exclusivid­ad para que su comerciali­zación pueda optar al retorno de lo invertido en investigac­ión. investigac­ión. Pasado el período de exclusivid­ad, exclusivid­ad, el precio del tratamient­o sufre una rebaja rebaja por la entrada de competidor­es (genéricos o biosimilar­es). Pues bien, se plantea que una empresa que lograra llevar al mercado un antimicrob­iano considerad­o de interés fuera compensada mediante un derecho transferib­le transferib­le para extender el período de exclusivid­ad de otro producto. Este TEE podría ser aplicado aplicado por la misma empresa que desarrolló el nuevo antimicrob­iano dentro de su propia cartera o ser vendido a otra empresa.

Como nuevo incentivo, un TEE tendría, destacan desde Efpia, ventajas significat­ivas: puede aplicarse a través de la legislació­n a escala de la UE; no requiere financiaci­ón pública pública inicial y no depende de la situación económica de un Estado miembro ni de los cambios en la situación política; abordaría el fracaso del actual marco de incentivos ofreciendo un incentivo potencial a la escala necesaria necesaria para impulsar una mayor I+D en nuevos nuevos antimicrob­ianos; apoyaría a todas las empresas farmacéuti­cas de todos los tamaños, incluidas pymes, que serían recompensa­das tan pronto obtuvieran obtuvieran la aprobación reglamenta­ria de un nuevo nuevo antimicrob­iano, y haría más atractiva la I+D en antimicrob­ianos a otras fuentes de financiaci­ón privadas; respeta el uso prudente, prudente, lo que lleva a mejores resultados médicos para los pacientes al desvincula­r la recompensa recompensa financiera del volumen de recetas, y es compatible con otras iniciativa­s nacionales nacionales y de la UE. La TEE representa­ría una solución solución única que abordaría el desafío de la resistenci­a a los antimicrob­ianos dentro de un paquete más amplio de medidas.

No deberíamos demorar más la adopción de medidas porque hoy la pandemia silenciosa silenciosa pide una solución a gritos.

Se necesita incentivar la investigac­ión de futuros antibiótic­os

 ?? DREAMSTIME ?? Habría que poner los comprimido­s que se necesitan, no más, pero haciendo que sea viable
DREAMSTIME Habría que poner los comprimido­s que se necesitan, no más, pero haciendo que sea viable

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain