El planeta de los simios

DeDe los simios, de los perritos minúsculos, de las cotorras, de los borregos, de los coneji-llos coneji-llos de Indias y de toda suerte de mascotas. Crece el número de éstas al mismo ritmo que decrece el de los niños. La humanidad, víctima de sus tendencias suicidas, ha emprendido el camino de la autoextinción. Las estadísticas son contun-dentes. contun-dentes. El número de los perrillos jibariza-dos jibariza-dos duplica el de los cachorrillos humanos. Y si a esa cifra unimos la de los gatitos el balance se triplica. Conste que yo no tengo nada contra ningún animal. Al contrario. Me gustan hasta las serpientes. Pero... Siempre hay un pero. En este caso es el de la zoonosis. Lo que de ella se deriva es el salto de determinadas enfermedades, ví-ricas, ví-ricas, por lo general, aunque también las haya de diferente índole, de los animales no humanos a quienes sí lo son. La rabia, las micosis, el SARS, el sida, la covid... y aho-ra, aho-ra, la viruela del mono, que a saber adónde nos conducirá. Cuando hace días oí que la ministra de Sanidad o alguien por el estilo avisaba de que no es una enfermedad de transmisión sexual, me dije:

‒¡Tate! ¡Seguro que lo es!

Y mi malicia dio en el clavo. Excusatio non petita, accusatio manifesta. ¿Por qué los políticos se aferran siempre a la mono-manía mono-manía de no alarmar a la población cuan-do cuan-do uno de sus máximos deberes consiste en ponerla en guardia para que ataje cual-quier cual-quier amenaza que se cierna sobre ella?

La OMS, como siempre, está perpleja y se dedica a observar el vuelo de las musa-rañas. musa-rañas. A saber por dónde irán los tiros. Igual el nuevo huésped vuelve a complicarlo todo y a fastidiarnos el verano. La natura-leza natura-leza tiene límites que mejor no traspasar. Yo, de momento, y los de mi quinta, no corremos demasiado peligro, pues creci-mos creci-mos cuando la vacuna de la viruela era universal y obligatoria. Yo me la ponía año tras año y más aún cada vez que viajaba por Asia o por África. También, por añadidura, pasé la varicela. ¿Me inmuniza todo eso? Ya veremos, pero digo yo que algo hará. Si no, que Dios me ayude, porque seguro que la OMS no lo hace. Y una pregunta: ¿va a permitirse el Día del Orgullo Gay?