Seguir una dieta no es solo por tener voluntad

Investigadores de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC por sus siglas en catalán) y de las universidades universidades de Harvard y Nueva York, han confirmado que la alimentación alimentación consciente y el entrenamiento entrenamiento del cerebro son claves para el éxito de una dieta, ya que han demostrado que no solo es cuestión de fuerza de voluntad sino también de funcionamiento neuronal. Así lo ha puesto de manifiesto manifiesto el estudio « Prefronto-cerebellar Prefronto-cerebellar neuro modulation affects appetite in obesity», recogido por Europa Press, que ha evidenciado evidenciado que la red del cerebro implicada implicada en lo que los neurocientíficos neurocientíficos llaman control cognitivo juega un papel clave.

El subdirector de investigación de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, Diego Redolar, explica que existen diferentes regiones cerebrales cerebrales que se activan cuando algo nos gusta: « Muchos alimentos generan la activación del sustrato nervioso de refuerzo. El que más, la glucosa. Es el equivalente a la activación que provoca la cocaína. cocaína. Entre otras sustancias se liberan liberan dopamina y serotonina».

Por otro lado, hay otra red en el cerebro implicada que han llamado llamado control cognitivo que «se manifiesta cuando hay que tomar tomar decisiones, elegir la opción más adecuada o buscar la estrategia estrategia que más se ajuste para resolver resolver un problema, y todo esto es lo que llamamos control cognitivo, cognitivo, que nos diferencia de otros animales. Esto depende fundamentalmente fundamentalmente de una estructura que se llama corteza prefrontal dorsolateral», afirma Redolar.

El estudio ha determinado que al aumentar el control cognitivo, los participantes se decantaban por alimentos más saludables. « Aunque la obesidad tiene muchas muchas causas, una de ellas es el que el sistema del refuerzo está descontrolado descontrolado y las personas se dejan dejan llevar exclusivamente por él, por lo que no tienen control sobre su propia conducta, algo que ocurre en otras adicciones. Pero aumentando la activación de la corteza prefrontal dorsolateral, se logra que tengan más control sobre sobre su propia conducta y que disminuya disminuya el deseo por el alimento que se quiere evitar», añade.

Además de estos dos circuitos, también influye lo emocional, pues hay una relación muy directa directa entre emociones e ingesta.