Una moto de segunda mano
En octubre de 2010 decidí adquirir una moto Harley Davidson de segunda mano en una tienda de motos de una localidad toledana. Este vendedor las importaba de Estados Unidos. Según parece, cuando compré la moto ya había pasado la primera ITV en España, estaba matriculada y homologada.
En agosto de 2011, con motivo de la inspección periódica, llevé la moto a pasar la segunda ITV a la estación de Las Rozas de Madrid, aprobando dicha inspección sin ningún problema. En octubre de ese mismo año vino la Guardia Civil a mi domicilio con una citación para presentarme en la Agrupación Central de Tráfico (GIAT) en Madrid. Según constaba en esa citación, parece ser que había falsedad documental en la tarjeta de inspección técnica de mi moto, y que si por cualquier causa no me presentaba en la GIAT, la orden de comparecencia se podría convertir en orden de detención.
Tras estos acontecimientos me quedo alucinado de lo que me estaba ocurriendo. No me lo podía creer, y lo que todavía es peor: la Guardia Civil me requisa la tarjeta de inspección técnica y me prohíbe circular con la moto.
Como yo, hay muchos perjudicados con motos HD por este asunto. Así que tuve que buscar un abogado y denunciar esta situación, que es llevada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de San Clemente (Cuenca), juzgado que lleva todos los casos de perjudicados por este asunto de homologación de las motos HD.
En fin, llevo casi siete años esperando la resolución de este proceso. Pero no me extraña nada, tal y como van de retrasados los juicios en este país.
Ya he perdido la esperanzan y las ganas de poder disfrutar de mi moto, que con tanta ilusión compré. Yo no he tenido culpa de nada y me veo envuelto en este embrollo.