Murió al intentar proteger a las víctimas con su cuerpo
La heroicidad de algunos miembros del instituto Marjory Stoneman Douglas es uno de los escasos alivios al dolor de la carnicería protagonizada el miércoles por uno de sus ex alumnos. El segundo entrenador del equipo de fútbol americano, Aaron Feis, perdió la vida cuando avanzó en la dirección del atacante y puso su cuerpo como escudo. Cruz le cosió a balazos, pero protegió a tres chicas que se quedaron detrás de él.
No fue el único caso de heroísmo. El profesor de Geografía, Scott Beigel, también pereció tras poner a resguardo en su clase a un grupo de alumnos. El atacante le disparó cuando trataba de bloquear la puerta del aula. Otra docente, Melissa Falkowski, logró sobrevivir junto a otros 19 alumnos, a los que escondió en un armario. Se quedaron ahí metidos media hora hasta que acabaron los disparos y llegaron los cuerpos especiales de la Policía. Su compañera, Ashley Kurth, consiguió meter a 65 estudiantes entre su despacho y el almacén contiguo. Pero también hay héroes anónimos. Varios estudiantes recordaron ayer cómo una limpiadora, que todavía no se ha identificado, se puso en su camino y les conminó a correr en el otro sentido. Los chicos creían entonces que se trataba de un simulacro y se dirigían hacia donde les esperaba Cruz con su fusil.