El nuevo presidente quiere acabar con la corrupción
Los sudafricanos tienen nuevo presidente: Cyril Ramaphosa. El que estaba llamado a ser el sucesor de Mandela se convirtió el jueves en el nuevo jefe del Ejecutivo tras una votación parlamentaria. No hubo sorpresas. El principal candidato, en calidad de presidente interino, no tuvo rivales y fue elegido sin oposición y con la abstención de los miembros del partido ultraizquierdista Luchadores para la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés).
El Congreso Nacional Africano (ANC) tiene amplia mayoría en el Parlamento y votó por su candidato, como era de esperar. Ramaphosa, de 65 años, sucede así a Jacob Zuma en el cargo desde 2009 y salpicado por numerosos escándalos de corrupción. El exlíder dimitió, a regañadientes, el miércoles por la noche, una hora antes de que terminara el plazo impuesto por su propio partido para que abandonara el cargo, y lo hizo horas después de que la Policía se personara en la mansión de la familia Gupta –cuyos miembros están en el centro de las acusaciones de corrupción contra Zuma– para realizar varias detenciones. La salida de Zuma del Gobierno evidencia la buena salud de las instituciones del país, en especial los tribunales y a los medios de comunicación.
Compromisos
La era Zuma tocó a su fin y su rival, líder del ANC desde diciembre, ha tardado solamente dos meses en tomar el mando del país. Ramaphosa, exlíder sindicalista y uno de los hombres más ricos de Sudáfrica, se comprometió a trabajar para lograr un crecimiento económico y erradicar la corrupción endémica que sufre el país. La anterior Administración deja una economía estancada y una nación con unos niveles de desigualdad más importante del mundo, dos décadas después del final del Gobierno de la minoría blanca. «Los problemas que tienen que ver con la corrupción, los problemas de cómo podemos a enderezar nuestras empresas estatales y cómo lidiamos con la «captura estatal” (tráfico de influencias) son cuestiones prioritarias en nuestra agenda», declaró ayer en el Parlamento.