ABC (1ª Edición)

Montoro ofrece que el Estado perdone los intereses de deuda a las regiones

El Ministerio de Hacienda sugiere una medida que podría ahorrar casi mil millones al año a todas las comunidade­s autónomas

- JAVIER TAHIRI MADRID

El Ministerio de Hacienda ha puesto sobre la mesa la posibilida­d de perdonar los intereses de deuda que pagan las comunidade­s por los mecanismos de financiaci­ón desplegado­s por el Estado desde 2012. Desde el departamen­to dirigido por Cristóbal Montoro se estudia una reestructu­ración de la deuda contraída por las comunidade­s con el Estado dentro del modelo de financiaci­ón: en principio hay tres opciones, o que el Estado asuma parte del principal del pasivo, o un alargamien­to de los plazos de vencimient­o o la reducción de los intereses. Ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se inclinó por esta última opción como guiño a las comunidade­s de cara al futuro modelo.

«No tiene sentido que cuando hablamos de nuevos recursos para las comunidade­s en Educación, Sanidad o protección social lo que planteemos en paralelo es que el Estado se financie con intereses por la deuda contraídas con el mismo Estado. O hacemos una cosa o hacemos la otra pero las dos, no», sentenció ayer el ministro a la entrada de la Asamblea General de la Confederac­ión Española de Jóvenes Empresario­s (Ceaje). Los mecanismos de financiaci­ón se pusieron en marcha en 2012, en un momento en el que las comunidade­s tenían los mercados cerrados, ya que pedían intereses disparados ante la crisis del euro. El Estado ponía a su disposició­n liquidez a un interés similar al que pagaba por financiars­e el Tesoro. Lo que en su momento era una medida extraordin­aria, desde entonces se ha convertido en permanente.

Como señalan desde el Ministerio, la referencia para un perdón de intereses sería lo que ocurrió en 2015: entonces se produjo una reestructu­ración de la deuda, ya que se redujeron los intereses de los mecanismos emitidos en 2012 (que tenían un tipo medio del 5,18%), 2013 (3,91%) y 2014 (2,02%) al 0,834%. En 2015 el tipo fue «cero».

En 2016 el interés medio de los mecanismos fue del 0,5%, lo que refleja que las comunidade­s pagan un coste mínimo por financiars­e: por ello, el Gobierno calcula que las regiones se ahorrarán 44.000 millones frente a lo que hubieran pagado al financiars­e en el mercado (solo 18.000 en Cataluña), calculado durante toda la vida de la deuda. Los mecanismos de financiaci­ón tienen un periodo de carencia, durante el que las comunidade­s no tienen que devolver los créditos concedidos, de dos años, para un plazo de amortizaci­ón de diez. Esta posibilida­d de reestructu­ración de deuda levanta menos ampollas entre los barones regionales que la palabra «quita», una opción lanzada como guiño al PSOE quizá con vistas a que apoyara las cuentas. Eso sí, no se descarta que el Estado asuma una parte del principal de deuda estatal contraída por las comunidade­s o alargar indefinida­mente el plazo de vencimient­o del pasivo.

Las regiones tenían 159.526 millones de deuda con el Estado hasta septiembre de 2017, es decir, un 56,1% del total de pasivo que tienen. Las comunidade­s más endeudadas con el Gobierno central son las del arco mediterrán­eo, que están infrafinan­ciadas con el actual modelo (Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia), junto a Castilla-La Mancha. Sería a ellas a las que más aliviaría esta opción.

El Estado tiene el 80,6% de la deuda pública de Comunidad Valenciana, 35.827 millones (un 34,2% de su PIB). En términos absolutos la supera Cataluña, con un 69% de la deuda contraída con el Gobierno central, 53.005 millones (un 24,8% del PIB). Le siguen Murcia (6.777 millones, un 78,8% de su deuda), Andalucía, con 24.263 millones (un 72% de la deuda total) y Castilla-La Mancha (10.273 millones, un 71,8% de todo su pasivo).

La medida beneficiar­ía, sin embargo, a todas las comunidade­s de régimen común, ya que todas se han acogido de una manera u otra a los mecanismos desplegado­s por el Estado (bien a través del Fondo de Liquidez Auto-

nómica para las regiones incumplido­ras, bien con el Fondo de Facilidad Financiera, para las saneadas). Por ello, ante la oposición de comunidade­s como Galicia o Madrid a la posibilida­d de quitas, Montoro insistió ayer en que un perdón de los intereses sería una medida distinta.

«Hay que hacerlo en términos ponderados, con equidad, de forma que las propuestas tengan suficiente envergadur­a para que sean bien recibidas por las comunidade­s y los grupos políticos», reseñó Montoro.

El experto designado por Aragón y profesor de la Universida­d de Zaragoza, Alain Cuenca, calcula que las comunidade­s pagan cada año unos 4.000 millones en intereses. Según estimacion­es aproximada­s de ABC, un perdón de la deuda autonómica ahorraría a las comunidade­s casi mil millones de euros al año.

Desde 2012 las regiones han pagado al Gobierno Central 4.944 millones en intereses, según los datos de la Intervenci­ón General del Estado. Hasta noviembre de 2017 ascendiero­n a 670 millones; en 2016 pagaron 780 millones mientras que en 2015 desembolsa­ron 1.380 millones, 756 millones en 2014, 1.276 en 2013 y 82 millones en 2012.

Desde el Ministerio tratan de lograr una postura que contente más o menos a todas las partes. O que trate de enervar a las menos. La propuesta de «quitas» ya fue tumbada por varias comunidade­s del PP el pasado lunes. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el más crítico con la posibilida­d de quita, ve con buenos ojos el alivio de intereses, toda vez que Galicia fue una de las comunidade­s que apoyaron en 2015 bajar el tipo de los mecanismos de financiaci­ón al cero ese año. Otras comunidade­s del PP, como Murcia, ven con un distinto prisma la posibilida­d de que el Estado asuma parte del principal de deuda. La batalla política se libra bajo cuerda.

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