De Guindos tropieza en la Eurocámara, pero mantiene sus opciones
El grupo Liberal, donde está Ciudadanos, dejó en manos de Tremosa el examen en comisión
No eran más que una decena de eurodiputados y ni siquiera estaban representados todos los grupos, pero Luis de Guindos salió de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo peor de lo que entró. Como candidato a la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) no tuvo su mejor día. Fuentes del Eurogrupo dijeron ayer a mediodía que por lo que respecta al proceso decisorio de los ministros que tendrá lugar el lunes, «no hay ninguna novedad relevante», lo que significa que el informe de la comisión parlamentaria no va a ser tenido en cuenta, puesto que no es vinculante. Pero su paso por el filtro de la Eurocámara será un borrón difícil de disimular.
El comunicado firmado por el presidente de la Comisión de Economía, el socialista Roberto Gualtieri, dice textualmente que «ambos candidatos hicieron una buena presentación. La mayoría de los grupos políticos consideró que la comparecencia del gobernador Lane fue más convincente. Algunos grupos expresaron reservas sobre el nombramiento del ministro De Guindos». La redacción es excesivamente vaga para que se pueda considerar como representativa y en todo caso tiene una intencionalidad evidente.
Reproches parlamentarios
En la sala había 9 eurodiputados, tres de ellos españoles, de los que solo podía esperar una actitud amistosa por parte de uno: Gabriel Mato, del PP. El socialista Jonás Fernández había planeado mantener una posición de perfil bajo, pero desde luego nunca pensó en defender al ministro de economía español. El ecologista de izquierda Ernest Urtasun tuvo una posición muy crítica, como era de esperar pero sobre todo el mayor grado de hostilidad vino por parte del grupo liberal, del que forma parte Ciudadanos, pero que en esta comisión está controlado por el independentista catalán Ramón Tremosa. A pesar de que estaba de viaje en Singapur, por teléfono estuvo dando instrucciones a su colega flamenca Lieve Wierinck para hostigar al ministro español. El principal reproche que se le hizo a De Guindos es que sea un ministro de Economía, mientras que su concurrente irlandés, Philip Lane, proviene del Banco Central de su país. Además, puesto que no tiene adscripción política, no entra en la confrontación política. El debate sobre el hecho de que no haya ninguna candidatura femenina sencillamente fue ignorado por los eurodiputados, que tenían al parecer otros objetivos. Según fuentes cercanas a De Guindos, en su equipo ya se daba por descontado que se produciría cierta hostilidad en este trámite. El problema es que aunque, como se espera, su nombramiento sea ratificado por los ministros de Economía el próximo lunes, este deberá pasar de nuevo por el mismo comité antes de que lo confirmen los jefes de Estado o de Gobierno, un trámite muy engorroso.
Así las cosas, la idea de que Lane pudiera retirar su candidatura a la vista de los apoyos que va sumando De Guindos en el seno del Eurogrupo, está ahora muy lejos. Fuentes diplomáticas irlandesas lo descartaron tajantemente ayer. Para ser elegido como vicepresidente del BCE se necesita tener el apoyo de al menos 14 países y hasta ayer De Guindos tenía muchas de las cartas para ello. Como se trata de un voto ponderado, es decir que los países que le apoyan pesan tanto como su tamaño y han de sumar al menos el 65% de la población de la Eurozona, el voto de los grandes (Alemania, Francia, Italia y la propia España) es esencial y que se sepa sigue siendo favorable a De Guindos.
El último paso en este procedimiento llegará en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del 22 y 23 de marzo, cuando los líderes europeos darán el visto bueno final al nombramiento.