Insultan a la Virgen del Pilar y al Apóstol en el Carnaval de Santiago
∑ Los arzobispados de Compostela y Zaragoza se hermanan en la condena al pregón
Insultos a la Virgen y comentarios groseros contra el Apóstol o la Virgen del Pilar. Los arzobispados de Santiago de Compostela y Zaragoza expresaron ayer su indignación y su enérgica «condena y repulsa» al contenido del pregón del Carnaval de la capital gallega, plagado de insultos y ofensas a la Iglesia por parte del humorista Carlos Santiago, contratado por el gobierno populista de Compostela Aberta.
«Empezó a hablar de los huevos del Apóstol, a llamar puta a la Virgen y a decir que la Pilarica le practicaba una felación al Santo», denunciaron a «El Correo Gallego» algunos de los asistentes, muchos de los cuales optaron por abandonar la céntrica plaza donde se estaba celebrando el evento.
Tras trascender el contenido del polémico pregón, el Arzobispado y el Cabildo de la Catedral emitieron un comunicado en el que manifestaron su «profundo sentimiento de pena» ante lo sucedido y calificaron como «deplorables» los comentarios groseros. Ambas instituciones aprovecharon su escrito para convocar mañana sábado un «acto de desagravio» al Apóstol Santiago y a la Virgen del Pilar con el fin de reparar las ofensas pronunciadas por el pregonero. «Santiago y la Virgen del Pilar están vinculados a la memoria de esta ciudad y a todos los Caminos que conducen al sepulcro del Apóstol. Sin ellos no seríamos lo que somos en los distintos ámbitos de la sociedad, la cultura, la espiritualidad...», recoge el comunicado, en el que también aseguran que «no es de recibo» que se pueda «despreciar gravemente» a estas dos figuras.
Por su parte, el alcalde de la capital gallega, el populista Martiño Noriega, defendió el contenido del pregón y enmarcó dentro de la «sátira y la crítica» las ofensas a la Iglesia. Según el regidor, estas manifestaciones deben entenderse «dentro de los límites del humor», que, a su juicio, «no siempre tiene que gustar», sino que a veces debe «incluso molestar». Además, y pese al rechazo del Arzobispado y de los grupos de la oposición en el Consistorio, Noriega evitó pedir disculpas y ciñó las críticas a una «ola represiva que intenta regular la libertad de expresión y los derechos fundamentales». «A los que impulsan esto les gustaría regular todo, hasta la expresión del Carnaval», replicó.
Rebelión en Zaragoza
En la capital aragonesa, el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, se rebeló ante esas declaraciones y pidió no confundir las «ofensas e injurias» con la «libertad de expresión». El prelado llamó ayer a todas las parroquias de esta archidiócesis a unirse en un rezo masivo en desagravio del ofensivo pregón de la Pilarica.
No es libertad de expresión En Zaragoza piden al alcalde de Santiago que no confunda las injurias con la libertad de expresión