La huida de productores provoca el fin de Fapae
∑ Ramón Colom anuncia la quiebra de la institución, en crisis desde hace años
Las palabras de Ramón Colom en la pasada edición del Festival de San Sebastián no presagiaban nada bueno. El por entonces presidente en funciones de Fapae (Federación de asociaciones de productores audiovisuales de España) abría la caja de Pandora al denunciar supuestas «conspiraciones e intrigas» contra su persona, insinuando el mal hacer contra la confederación que presidía.
Desde el Festival de Berlín, el productor anunció ayer el destino final de la institución: el concurso de acreedores. «Reniego de algunos miembros de la junta que lo único en lo que tenían interés era en sus negocios y yo era un obstáculo», se defiende el productor, que después de señalar a Egeda por exigirle recortes al llegar al cargo ahora defiende «su apoyo»: «Quiero agradecer a Egeda, con Enrique Cerezo al frente, su generosidad manifiesta del primer al último día».
Un cambio de discurso que confirman fuentes de la que fuera su junta: «Si va a los festivales pidiendo hoteles y viajes por ser presidente de Fapae, ¿por qué ataca a Egeda si es quien paga?». Por su parte, la entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual de los productores matiza: «Tenemos la obligación, por ley, de apoyar a los productores, pero es que en Fapae ya no quedan productores», explican a ABC. Estas mismas fuentes defienden que han cumplido todos los compromisos adquiridos.
Que Fapae tenga que buscar en los próximos días un administrador judicial es tan solo la puntilla de una gestión que venía languideciendo desde hace tres años. Una desintegración progresiva que comenzó con la salida de los productores madrileños (AMA) y los catalanes (PROA), una asociación que Colom presidió antes de llegar a Fapae y para cuya incorporación tuvo que modificar su administración, pasando de federación a confederación.
Las diferentes asociaciones de productores fueron saltando del barco a cuentagotas hasta dejar solamente a Colom. O eso aseguran exmiembros de la junta, que desmienten la fidelidad de Colom a un proyecto que sabía sentenciado hace tiempo. «Hace siete meses que Ramón no iba por Fapae», confirman a ABC.
En la actualidad, hay al menos tres propuestas para volver a agrupar a los productores, aunque de momento nada palpable. El propio Colom se permite enviarles un consejo: «Aquellos que copien lo que hacíamos se estrellarán porque su estructura es propia de una asociación de hace 25 años».
Egeda, con los productores
A la desmembración de Fapae, el principio de su fin, se le unen ahora unas deudas que superarían el millón de euros, la última causa que ha determinado el concurso de acreedores en el que tendrá que participar la confederación y que, según Colom, intentó negociar, pero no le dejaron: «Una parte de la deuda se renegoció y se devolvió hasta el último día», explica Colom, mientras fuentes internas de la junta aseguran que hay trabajadores que no han cobrado algunas sus últimas nóminas. El hasta ahora presiedente, por su parte, denuncia que el agujero de la formación es del año 2013, y que no se ha sabido hasta julio del 2017.
Y de San Sebastián a Berlín. El productor ha vuelto a elevar la voz de alarma en un festival de cine, aunque más allá del calado de sus declaraciones, sus antiguos empleados se preguntan: «¿En calidad de qué acude al certamen?». «Yo he vuelto a mi empresa de producción y distribución», se excusa Colom.
«Tenemos la obligación, por ley, de apoyar a los productores, pero es que en Fapae ya no quedan»