ABC (1ª Edición)

«Nunca hubiera publicado algo que disgustara a Philip Roth»

∑ Su relación amorosa con el escritor, al que conoció cuando trabajaba en la agencia Wylie, atraviesa las páginas de su primera novela, «Asimetría»

- INÉS MARTÍN RODRIGO MADRID

Lisa Halliday conoció a Philip Roth cuando trabajaba en la agencia literaria Wylie, responsabl­e de los asuntos del escritor. Pese a la diferencia de edad, empezaron una relación que fue vox populi en el Nueva York de la época. De tanto usarlo, el amor no se les acabó, sino que trascendió a la esfera de la amistad a prueba de bombas. Tanto es así que cuando Halliday publicó su primera novela, «Asimetría» (Alfaguara), que estos días presenta en España, Roth se mostró encantado. Y eso que comparte con uno de los personajes algo más que el oficio de escritor. Dividida en dos partes (y un epílogo maravillos­o), la primera historia narra el «affaire» entre una joven (Alice) que trabaja en el mundo editorial y un afamado autor, eterno aspirante al Nobel (Ezra Blazer), y la segunda está protagoniz­ada por un iraquí-estadounid­ense que es —¿Cómo detenido logró en Heathrow. marcar distancias con Alice, con la que comparte bastantes elementos autobiográ­ficos? —Entiendo que haya gente que piense que Alice y yo somos la misma persona, pero es ficción, no es un relato fidedigno de ninguna relación que yo haya tenido con nadie. —Pero es inevitable comparar a Philip Roth con Ezra Blazer. —Sí, por supuesto, y todo el mundo sabe que lo conocí y que fue un amigo muy cercano hasta su muerte. Hay una razón estética para invitar a los lectores a que tengan en mente a Philip Roth. —¿Y cuál es esa razón? —A lo largo de su carrera, en sus novelas, él jugó con esta idea de la autobiogra­fía frente a la ficción. Así que, gracias a esos pequeños detalles, esto puede plantearse como mi contribuci­ón a esa tendencia narrativa. —¿Le gusta el término autoficció­n? —No. Es un término que no me sirve de nada. Todo lo que escribimos depende de nuestra experienci­a vital aun que sea no ficción o periodismo. Quería pedirle al lector que reconsider­ara las limitacion­es de la autobiogra­fía y de lo que somos capaces de inventar. —En ese sentido, Alice empieza a entender, gracias a Ezra, lo que significa ser escritor: «Ser capaz de atravesar el espejo e imaginar una vida, una conciencia, que contribuya a reducir los ángulos muertos de la nuestra». —Es lo que pienso de la escritura: intento mover la barrera que cada uno tenemos dentro. Es el aciago destino de ser siempre la misma persona: estamos atrapados en nuestro propio yo, nunca podremos saber lo que significa ser otra persona. Por eso escribo. —¿No temía que le frieran a preguntas sobre Philip Roth, que le acusaran de haberse aprovechad­o de él? —No soy la primera que escribe un libro sobre alguien que ha conocido. —Sí, pero no sobre Philip Roth. —Si él puede escribir un libro sobre alguien que ha conocido, ¿por qué yo no? ¿Por qué no se me va a tratar con el mismo rasero? Pero el libro no es sobre él. —Ya, ya, eso lo sé. —Además, él lo sabía. Éramos muy bueno amigos. —¿Le envió la novela cuando la acabó? —Sí, sí. —¿Y le gustó? —Sí, sí. —Así que tenía su aprobación... —Sí (ríe)... No creo que necesitara su aprobación. Pero él era muy importante para mí, tanto como si fuera un miembro de mi familia, así que nunca hubiera querido publicar algo que le hubiera disgustado. Pero estaba segura de que él, más que cualquier otra persona, sabía lo que era escribir ficción; sabía que había detalles que harían que la gente pensara en él, pero también era consciente de que la mayor parte era inventada e incluso hacíamos bromas sobre lo que diría la gente. Pero yo no esperaba que la gente fuera a hablar tanto de este aspecto del libro. —¿De verdad? —A lo mejor fui un poco ingenua... —Bueno, ya conoce a los periodista­s… —Bueno, les conozco ahora, pero no entonces. Yo quería escribir una buena novela, y lo intenté. Que lo conocía no era un secreto en Nueva York, no era algo que quería ocultar. Pero hubiera preferido que la gente hubiera hablado de otros aspectos del libro, porque me he esforzado mucho. —¿Cómo se sintió cuando murió? —Muy triste. —¿Solían hablar? —Sí, hablábamos por teléfono y nos escribíamo­s e-mails varias veces por semana. Conocía a mi hija (tiene una niña de trece meses) y la quería mucho. Era uno de mis mejores amigos. —Lo siento mucho. —Gracias. Soy reacia a decir este tipo de cosas, porque la gente empieza a hablar sólo de esto… La mayor influencia que tuvo él en este libro fue su trabajo como escritor, su dedicación a la escritura, las horas que echaba, incluso cuando un libro le frustraba por lo que fuera. Ver cómo él trabajaba me hizo darme cuenta de que las cosas no salen por arte de magia. Tienes que tener talento, pero lo más importante es el trabajo duro.

Aprobación «No creo que necesitara su aprobación. Él era consciente de que la mayor parte era inventada e incluso hacíamos bromas sobre lo que diría la gente» Influencia «Su mayor influencia fue su trabajo como escritor, su dedicación a la escritura, las horas que echaba»

 ?? VITTORE BUZZI ?? La escritora estadounid­ense Lisa Halliday
VITTORE BUZZI La escritora estadounid­ense Lisa Halliday

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain