ABC (1ª Edición)

Florence se convierte en diluvio

El viento pierde intensidad, pero se rompen registros históricos de lluvias

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

Los meteorólog­os advertían de que el gran peligro de Florence no eran sus vientos huracanado­s, de más de 200 kilómetros por hora, cuando se encaminaba a la costa de Estados Unidos desde el Atlántico. La gran amenaza era que redujera el paso y derramara lluvias torrencial­es durante un tiempo prolongado.

Eso es lo que Florence, degradado a tormenta tropical desde el viernes, ha hecho en las zonas costeras de Carolina del Norte y del Sur y se teme que siga haciéndolo durante días en su lento caminar hacia el interior del continente. Ayer, se desplazaba a velocidad humana, a entre tres y cinco kilómetros por hora, inundando amplias zonas de la costa de ambos estados.

La parte más afectada es la región Sureste de Carolina del Sur, donde las precipitac­iones batieron récords para lo que es una tormenta en este estado. Hasta ayer, la cantidad más alta de agua recogida en un fenómeno climatológ­ico de este tipo se remontaba al huracán Floyd, en 1999. Entonces se recogieron 611 milímetros de agua. Ayer por la mañana, en algunas localidade­s de Carolina del Norte, como Swansboro, se habían sobrepasad­o los 750 milímetros. Las autoridade­s temían que ante la lentitud con la que se movía el diluvio de Florence, las precipitac­iones fueran todavía mayores, de hasta más de un metro en algunas partes de Carolina del Norte.

Al menos seis fallecidos

«No olvidéis que el agua está subiendo muy rápido, en todos lados, incluso en zonas donde nunca hay inundacion­es», advirtió el gobernador del estado, Roy Cooper, ante la amenaza de unas lluvias que calificó de “épicas”. El director adjunto de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencia­s (FEMA, en sus siglas en inglés), Jeff Byard, volvió a insistir en que el peligro está en la lluvia y que los ciudadanos no pueden confiarse aunque los vientos –cuyos máximos ayer se quedaban en poco más de 70 kilómetros por hora– no sean muy agresivos. «El viento puede ser peligroso. Pero es el agua, las crecidas, la lluvia y sus efectos los que pueden matarte, más que el viento de un huracán», aseguró.

A primera hora de la mañana, el presidente de EE.UU., Donald Trump, concedió a Carolina del Norte la declaració­n de desastre, lo que permite el desbloqueo de fondos federales para reconstruc­ción de casas e infraestru­cturas. De momento, Florence ha dejado sin acceso a electricid­ad a un millón de personas (más del 80% de ellas en Carolina del Norte). Con la previsión de que la tormenta siga anegando zonas interiores de ambos estados durante el fin de semana y principios de la que entra, el cálculo de su impacto económico es imposible.

La cifra de muertos se había elevado, al cierre de esta edición, hasta seis fallecidos. Cinco de ellos se registraro­n el viernes en Carolina del Norte, mientras que ayer se confirmó la primera muerte en su vecina del Sur.

Las autoridade­s seguían ayer insistiend­o a la población para que evacuaran zonas de peligro, en especial, las cercanas a ríos, también en zonas interiores. La previsión es que haya crecidas de agua históricos a medida que Florence siga descargand­o agua y los cauces no sean capaz de contenerla.

 ??  ?? Un ciudadano de Carolina de Norte intenta drenar su propiedad
Un ciudadano de Carolina de Norte intenta drenar su propiedad

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain