Un diario de Fráncfort dice que a los alemanes ya no les gusta España
«A los alemanes ya no les gusta España». Con este titular abría su web ayer el diario alemán «Frankfurter Allgemeine», basándose en datos de turismo que señalan que, a pesar de que este verano Alemania está batiendo récord de reservas, los destinos españoles marcan descensos de forma generalizada. Según este artículo, España no se beneficia del momento boyante que disfruta el sector y el principal motivo es que se ha vuelto demasiado caro. «Las cifras de reservas para España están en niveles claramente por debajo del año pasado y esto está directamente relacionado con la política de precios de los hoteleros en destino», explicó Norbert Fiebig, presidente de la Asociación Alemana de Viajes (DRV) durante una reunión del gremio celebrada en Calabria, Italia. En este foro, según «Frankfurter Allgemeine», habría sido ampliamente comentado que los operadores de alojamientos de Mallorca, Tenerife y otras ciudades de costa, se han orientado por las reservas de años anteriores, cuando destinos como Egipto o Turquía no eran operativos, y han aumentado los precios tomando como regular una situación que era excepcional. A principios de esta semana, el operador Alltours, con sede en Düsseldorf, habría comunicado que ha vendido hasta ahora un 7% menos de paquetes a España que el año anterior.
La temporada no puede considerarse cerrada hasta octubre, pero informaciones como esta, en la que se subraya la carestía del destino español en comparación con otros, no van a ayudar a remontar las ventas en el último momento.
En general, el sector alemán ha vendido más que en 2017. Según la empresa de investigación de mercado GFK, las agencias alemanas registraban a final de septiembre un aumento del 4% y el crecimiento en la venta por internet es todavía mayor. En total, calcula que los alemanes gastarán este año en vacaciones unos 2.000 millones de euros más que el anterior, cuando el mercado alemán facturó unos 34.000 millones.
Competidores Egipto y Turquía comienzan a recuperarse como destinos turísticos tras la crisis de confianza