ABC (1ª Edición)

Un cadáver a los postres

- ÁLVARO MARTÍNEZ

El plan ayer era el siguiente. Veintisiet­e cubiertos y una sitio sin servicio en la cena del Consejo Europeo. Plato único: el Brexit. En esa silla sin plato, Theresa May, que ya comienza a estar de prestado en las reuniones de este club y que debía explicar su plan supuestame­nte definitivo para la salida del Reino Unido de la Unión. La «premier» británica, terminada su exposición, no se quedaba a la cena y el resto de los socios debatían si les había convencido la enésima guía improvisad­a por Londres para encontrar la puerta y que esta satisfaga al resto. Por ahora no.

Visto con perspectiv­a, y con el futuro aún vestido de incógnita y sobresalto, la escena de ayer en Bruselas en torno a la mesa recuerda bastante al guión de «Un cadáver a los postres», la comedia del gran Neil Simons en la que se parodian las novelas de misterio, al estilo de los «Diez Negritos» de Agatha Christie, y en la que se reunía a los mejores detectives de ficción en una casa para desentraña­r un crimen que se iba a cometer a medianoche y encontrar el culpable. El Brexit es también un lío descabella­do en el que un político bastante irresponsa­ble, David Cameron, ha metido a todo un continente al prometer un referéndum de permanenci­a en la UE para consolidar­se en el poder, agitando el espantajo de la proverbial eurofobia británica para acallar la contestaci­ón interna dentro de su partido y seguir en el 10 de Downing Street.

Hoy, el Reino Unido está hecho un lío, sin saber por dónde tirar y con el temor a cómo le irá a su prosperida­d fuera de la UE, quien a su vez no sabe como «dar puerta» a los británicos sin salir corneada de la faena. Es difícil asimilar cómo se ha llegado a este punto si tenemos en cuenta que a los británicos no les iba demasiado mal en la Unión y eligieron probar a hacer el pino puente al borde del precipicio.

La de ayer debería haber sido «la madre de todas las cumbres» sobre el Brexit pero apenas se terminó pariendo otro ratón: patada a seguir, que se dice en el rugby, para seguir negociando las próximas semanas. Eso sí, al menos, fue bastante menos agria que la anterior celebrada en Salzburgo, de la que May salió dando un portazo. Ayer, ni siquiera estaba invitada a la cena y dejó a los socios discutiend­o, como aquellos detectives de la comedia de Simons, sobre cómo desentraña­r el caso. Termine como termine este crucial asunto parece que el cadáver puede terminar siendo quien ayer no se quedó ni a cenar.

 ?? REUTERS ?? Theresa May saluda a Jean-Claude Juncker al comienzo del Consejo Europeo
REUTERS Theresa May saluda a Jean-Claude Juncker al comienzo del Consejo Europeo
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain