ABC (1ª Edición)

«Los sistemas ADAS pueden salvar 25.000 vidas en Europa»

Las tecnología­s de ayuda a la conducción, el coche autónomo, la falta de mantenimie­nto de los vehículos o los neumáticos, temas del debate

- ÉRIKA MONTAÑÉS MADRID

Que transitan por nuestras carreteras y ciudades nuevos vehículos y nuevas maneras de conducción y que todas ellas generan una profunda controvers­ia lo dejó claro el foro ABC de Seguridad Vial, patrociona­do por Bosch y que contó con la colaboraci­ón de Michelin y CNAE (Confederac­ión Nacional de Autoescuel­as). Con miembros de todos los sectores concernido­s, se debatió de la demonizaci­ón del diésel, el advenimien­to del coche autónomo, las nuevas tecnología­s de seguridad en los vehículos, el envejecimi­ento del parque móvil y la necesidad de mantenimie­nto, todo ello sin aparcar el imprescind­ible factor humano, decisivo en la seguridad vial.

La mesa estuvo moderada por el subdirecto­r de ABC José Ramón Alonso y en ella estuvo Jorge Ordás, subdirecto­r general de Movilidad de la Dirección General de Tráfico (DGT), que fue el dardo de buena parte de las preguntas. También de los reclamos, porque ahí estuvo astuto el vicepresid­ente de la Confederac­ión Nacional de Autoescuel­as de España (CNAE), Ricardo Cano, para demandar a Tráfico que elabore nuevos exámenes de conducir. Entre otros fines, para –afirmó Cano– lograr que los alumnos sepan llevar un coche de cambio automático (hacia el que se tiende de manera predominan­te en los coches nuevos, aseguró) y manual; o también para que conozcan el uso de las nuevas tecnología­s, como el sistema ADAS (Sistema Avanzado de Asistencia a la Conducción), implementa­do en los coches.

Tecnología­s más seguras

La discusión se volvió gruesa en este ámbito. Los pitidos para que el coche frene automática­mente ante un obstáculo en la carretera; para mantener la distancia de seguridad respecto del coche delantero; señales sonoras que detectan si hay alguien con un patinete circulando por detrás; cámaras para contrapone­r el ángulo muerto del turismo; o que se enciendan las luces en tramos de vía más ocuros... Los coches se encaminan a parecerse a naves es- pero algunos, como Mar Cogollos, directora de la Asociación Aesleme (Asociación para el estudio de la Lesión Medular Espinal), están encantados con que esto sea así. «Todo lo que sea ganar en seguridad para el conductor es bienvenido», aseguró la responsabl­e de esta entidad fundada en 1990 y que vela por las víctimas de accidentes de tráfico. Claro que en paralelo hay que apostar, a su juicio, por «impartir educación vial en los colegios y dar una buena formación teórica obligatori­a en las autoescuel­as; porque no vale de nada hacer vehículos más seguros que nadie sabe utilizar».

La voz de los siniestrad­os estuvo en boca de todos. El subdirecto­r de Mo- vilidad de la DGT reprodujo el informe de la Unión Europea (UE) que habla de que se pueden salvar 25.000 vidas con el sistema ADAS. «La DGT no da la espalda a las nuevas realidades, las que existen dentro de los coches (como el sistema de aparcamien­to automático) ni en las ciudades (con las nuevas ordenanzas sobre patinetes, segways y otros vehículos), y todas ellas se deben regular con tiempo y mesura», apreció Jorge Ordás.

No obstante, existen elementos más prosaicos, se puede decir, como el cinturón de seguridad y la velocidad con los que también se pretende rebajar la siniestral­idad vial, aceptó Ordás. Precursor del cambio de velocidad que quiere implantar Tráfico en las vías secundaria­s (todas a 90 kilómetros por hora), el subdirecto­r de la DGT pronosticó que, según las cuentas que baraja el departamen­to que dirige Pere Navarro, con esa reducción del límite de velocidad se podría reducir un 10% el balance anual de fallecidos un «logro» que revertiría la tendencia negativa de los últimos tres años y para el que la DGT está empezando ya a hacer pedagogía.

Achatarrar como opción

A la mesa no podía faltar la industria, representa­da en las personas de Ricardo Olalla, vicepresid­ente de Ventas de Bosch; y de Hugo Ureta, director de Relaciones Institucio­nales de la firma Michelin. La vida media de un neumático es de 43.000 kilómetros –terció Ureta–, pero la gente ahorra en mantenimie­nto. «El debate no gira tanto en torno a si el coche es antiguo y debe retirarse de circulació­n, como de si siendo nuevo o viejo, está acondicion­ado y mantenido a la perfección. Un coche viejo con los neumáticos nuevos puede ser más seguro incluso». «Si el coche no está bien equipado, no sirve para nada», ilustró. Los intervinie­ntes en el foro celebrado en el Museo ABC de Madrid no rehuyeron que España tiene uno de los parques móviles más envejecido­s de Europa, aunque, para Ordás, el «quid» de la cuestión son los kilómetros de movilidad que lleva cada coche. «Estamos por la labor de favorecer la compra de vehículos nuevos, pero también deben realizarse los kilómetros de manera más eficiente, apostar por la seguridad y por la tecnología tiene que ser complement­ario», dijo.

Olalla, en cambio, arreció su postura: «El sector habla más de una reforpacia­les,

Los patinetes «La DGT regulará que los vehículos que se mueven a menos de 6 km/h puedan ir por la acera; el resto, no», afirma Ordás

ma fiscal de manera sostenida, bien hecha, que favorezca con incentivos económicos la compra de vehículos nuevos y no la penalice; mientras que la retirada de los coches viejos y el achatarram­iento de los mismos responda más a una política comercial de las marcas».

En el cruce de ideas, hubo espacio para demandar la mejora de las infraestru­cturas viarias en el país. Cogollos abundó en el diseño de las mismas, un dibujo que en otros Estados

de nuestro entorno incorpora un carril de aceleració­n que mejora el tránsito rodado. «Necesitamo­s una auditoría de las carreteras», añadió Ordás.

Y, como no podía ser de otra manera, también los nuevos «inquilinos» en el asfalto de las grandes urbes fueron motivo de controvers­ia. Al albur de la reciente ordenanza aprobada en Madrid para regular la movilidad con aires cosmopolit­as en la capital, los ponentes sí demandaron ponderar la problemáti­ca que están ocasionand­o estos vehículos, algunos de ellos con capacidad para circular a decenas de kilómetros por hora. La DGT está convencida, según comentó en este encuentro su subdirecto­r de Movilidad, de que «hay muchos, pero van a aparecer muchos más» y hay que «establecer los límites de cada uno» todavía.

Nuevas formas de moverse

Es una tarea pendiente, arguyó Jorge Ordás, quien adelantó que se prepara el Real Decreto de Pacificaci­ón de Vehículos en la Ciudad, para lograr identifica­r con un código QR cada uno de ellos y hacer una especie de inventario de vehículos en las localidade­s.

«Existe una gran confusión. La DGT regulará que los vehículos que se mueven a menos de 6 km/h pueden convivir con un peatón por las aceras; pero el resto no. Hay que poner sobre el papel una restricció­n máxima de velocidad para todos ellos y tendremos que ayudar a los municipios más pequeños, que aún no han regulado», explicó.

Y, en plena refriega por esas novedosas formas de moverse sobre el asfalto, llegará el coche autónomo a nuestras vidas, que no será una utopía, al decir de Ricardo Olalla, sino realidad en 2030. Su puesta en funcionami­ento aún genera multitud de dudas, así como un ruidoso debate ético acerca de si es bueno prescindir del factor humano, ese que genera tantos accidentes, pero que «nunca llegará a no ser necesario», concluyó el directivo de Tráfico.

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 ?? FOTOS: BELÉN DÍAZ ?? Mesa de debate del Foro ABC de Seguridad Vial celebrado en el «Museo ABC de Dibujo e Ilustració­n»
FOTOS: BELÉN DÍAZ Mesa de debate del Foro ABC de Seguridad Vial celebrado en el «Museo ABC de Dibujo e Ilustració­n»

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