Un tratamiento evita el rechazo a los órganos trasplantados
La reprogramación del sistema inmune, el uso de nuestras propias células, podría terminar con la necesidad del uso de los fármacos inmunosupresores en los pacientes que han recibido un trasplante para evitar el rechazo del órgano. La clave está en el uso de una estrategia dirigida hacia las células del sistema inmune innato, que permite la aceptación indefinida de órganos trasplantados. Investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han diseñado esta nueva nanoterapia que supone un gran avance en el tratamiento de los pacientes trasplantados. «Podemos cambiar la manera en la que tratamos a estos pacientes que llevan, más o menos, con los mismos fármacos desde los años 60», comenta a ABC Jordi Ochando, líder de este estudio publicado en la revista «Immunity».
A través de un modelo experimental de trasplante de órganos en ratón, los investigadores han identificado una diana terapéutica –las células mieloides– relacionada con el rechazo del trasplante y han desarrollado una nanoterapia que induce la aceptación del órgano trasplantado, eliminando la necesidad del uso de fármacos inmunosupresivos de por vida. «En la actualidad no existen tratamientos en vivo dirigidos hacia las células mieloides, responsables del inicio del rechazo del trasplante», comenta Ochando, quien no vislumbra trabas importantes para que esta aproximación sea rápidamente llevada a un ensayo clínico en humanos, ya que los componentes utilizados en su nanoterapia ya se emplean, por separado, en humanos. La clave de este trabajo radica en el descubrimiento en 2011 por el investigador Mihai G. Netea, que también participa en este estudio, de la inmunidad entrenada, que es «la capacidad de las células inmunes innatas para actuar con cierta memoria inmunológica de manera que, bajo ciertos estímulos que se producen durante el trasplante de órganos, las células mieloides entrenadas son capaces de inducir el rechazo del trasplante», explica Patricia Conde, coautora del trabajo.