Barcelona y Girona presionan para jugar su partido de Liga en Estados Unidos
El Gobierno teme que el partido se convierta en un altavoz para los independentistas
El Barcelona y el Girona no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad de disputar el partido de Liga del próximo 26 de enero en Estados Unidos, a pesar de las reticencias de la Federación Española y de organismos internacionales como UEFA y FIFA. De hecho, Luis Rubiales remitió una carta el pasado mes de septiembre a la Liga en la que desautorizaba que el partido se disputara en Miami, tal y como Javier Tebas pretendía. La patronal había seleccionado este duelo como parte del acuerdo con la empresa estadounidense Relevent, por el cual, durante los próximos 15 años, un partido del campeonato liguero se jugaría en Estados Unidos.
No obstante, la misiva enviada por la RFEF no ha sido suficientemente contundente para la patronal del fútbol, que vio un resquicio tras la solicitud de documentación aclaratoria sobre el mencionado acuerdo firmado con la empresa americana y las obligaciones asumidas, al margen de dudar del consentimiento de la AFE y de los futbolistas de ambos clubes, que no se mostraron entusiasmados en un principio.
Entre los argumentos que también alega la entidad federativa, además de reprochar al presidente de la Liga, Javier Tebas, haber negociado de manera unilateral el acuerdo, se encuentra la posible adulteración de la competición. A esta tesis se ha sumado en las últimas horas el Real Madrid, que ha se ha pronunciado pública y oficialmente. El club blanco ha remitido una carta a la Federación para tratar de tumbar las pretensiones de llevar el Girona-Barça a Miami aduciendo que podía «afectar» a la neutralidad del campeonato. «El Real Madrid manifiesta su oposición a la solicitud formulada por la Liga que se autorice a disputar en el Hard Rock Stadium de Miami, el día 26 de enero de 2019, el partido correspondiente al Campeonato Nacional de Liga, a disputar entre Girona y Barcelona, por afectar a la integridad e igualdad de la competición», reza el comunicado blanco, desvelado ayer por la Cadena Ser.
Tebas, que no descarta acudir a los tribunales para desbloquear esta situación, ha aumentado la presión sobre los organismos federativos comprando los billetes del Girona y del Barcelona con destino a Miami. Según la Cope, la Liga estaría preparando un escrito de demanda para que la justicia ordinaria tome cartas en el asunto.
A la presión jurídica que está ejerciendo la Liga, se suma la de Barcelona y la del Girona, que están bombardeando a la Federación con la necesidad de disputar este partido. Desde ambos clubes se insiste en el beneficio económico y publicitario que puede tener para el fútbol español la expansión en el mercado americano, ampliando las justificaciones que dieron en la misiva firmada por los dos clubes y la Liga solicitando a la Federación de forma oficial que permitiera jugar fuera. «El club tiene muy claro que es partidario de jugar partidos en un mercado como el norteamericano, porque es una acción en beneficio de los clubes de la Liga y con repercusión mediática e internacional», asegura Josep Vives, portavoz del Barcelona, convencido de que este tipo de partidos beneficiaría a todos los estamentos que componen el mundo del fútbol, desde los clubes hasta los jugadores.
La postura de AFE
Precisamente, los jugadores también tienen voz y voto. De hecho, en el club azulgrana ya han hablado con el vestuario culé para transmitirle la necesidad de jugar este tipo de encuentros si quieren mantener los altos emolumentos que perciben. Incluso la AFE, que hace unas semanas aseguraba que «los futbolistas no jugarán estos partidos», parece haber llegado a un acuerdo con la patronal para dar el visto bueno. En un audio emitido por la SER, José Manuel Mateos, presidente de Aficiones Unidas, explicaba a sus afiliados que la propia competición les confirmó que los futbolistas ya estaban de acuerdo con la cele-
La Liga aprieta Javier Tebas no descarta llevar a la RFEF a los tribunales para desbloquear la situación
bración del partido en Miami. «El lunes anterior había estado reunido el presidente de la AFE con la Liga y nos dicen que no está firmado pero que están de acuerdo también con las contra propuestas que les han pasado».
El trasfondo político
A todas las trabas y problemas que rodean este partido hay que sumarle el trasfondo político que le rodea. De hecho, el Gobierno español también se ha manifestado en contra de su disputa fuera de las fronteras españolas. Fue el pasado 12 de septiembre, día en el que una reunión entre Infantino, Rubiales y Pedro Sánchez puso de acuerdo a tres instituciones que no quieren que se juegue la Liga en Estados Unidos debido al temor por la latente tensión política que se está viviendo y que podría ser un altavoz para las voces secesionistas, que verían una gran oportunidad para llamar la atención y promover su ideología separatista a nivel internacional. Aunque desde el Barcelona y el Girona se descarta cualquier connotación política, ambos clubes son permisivos con los mensajes y cánticos independentistas en sus estadios, amparándose en la libertad de expresión y de pensamiento.
Torra y Puigdemont
Desde el Gobierno se teme que Miami se convierta en un foco catalanista y que tanto el presidente de la Generalitat, Quim Torra, como el ex mandatario Carles Puigdemont, pudieran acudir a lo que considerarían una fiesta del fútbol catalán y un foco para promover su ideología. Curiosamente, el expresident ya realizó una periplo por tierras americanas en marzo del año pasado para divulgar el procés, en lo que se vino a llamar una «internacionalización» del proceso soberanista, y la voluntad de llevar a cabo el referéndum de independencia. En cualquier caso, aún no se ha producido ninguna postura oficial de las entidades que promueven la proclamación de la República ni la independencia de Cataluña, aunque no se descarta que si se aprueba la celebración del partido acudan a llenar Miami de esteladas.