El fichaje más caro, carne de banquillo
Valverde envía un recado a la directiva al no contar con Malcom, que costó 42 millones
Malcom Filipe Silva de Oliveira es un caso de «Expediente X» o la manera que tiene Ernesto Valverde de demostrar el desacuerdo con el club en la política de contrataciones de la entidad. Tras 12 partidos, el sexto fichaje más caro de la historia del Barcelona lleva menos de media hora en el campo, un caso sin precedentes y que cuestiona el trabajo de la secretaría técnica y el organigrama culé. No dudaron Pep Segura ni Eric Abidal en desembolsar los 42 millones que costaba el brasileño. El aval era la apuesta de Monchi por encima de las necesidades de Valverde, motivo por el que ni le consultaron. El extremeño, que llevaba tiempo pidiendo a Willian y desencantado por la salida de Paulinho, de lo que se enteró por la radio, prefirió demostrar con hechos su desacuerdo: siete minutos ante el Valladolid y 19 en Leganés. Desde entonces (Athletic, Tottenham, Valencia y Sevilla) ha desaparecido de las convocatorias.
«Es un jugador joven con proyección que el club piensa que nos puede ayudar. Si es titular o no, dependerá de su rendimiento. Hacía tiempo que se le seguía», se limita a explicar Valverde, que, sin levantar la voz ni discrepar, deja claro que Malcom no ha sido una petición suya, y que Dembélé, con el mismo perfil que el del paulista, está por delante en sus preferencias. Al entrenador parece importarle poco el endeudamiento que tiene el Barcelona y la inversión que ha tenido que hacer para traerle a Malcom, el fichaje más costoso del curso.
Su decisión no deja de ser una reacción ante la escasa sintonía que mantiene con la directiva desde que el mismo día de la última final de Copa se enterara por ABC que si no conquistaba el título sería despedido a pesar del liderato liguero. La derrota de Roma le pasaba factura y necesitó de la conjura del vestuario, molesta por una información que intuían que venía de la zona noble, para golear al Sevilla y dejar su imagen intacta.
Desde entonces mantiene la incógnita sobre si ampliará su contrato tras la oferta de continuidad del club. El técnico firmó hasta el 30 de junio de 2020, aunque este próximo verano cualquiera de las dos partes podría rescindir el acuerdo abonando una penalización. Josep Maria Bartomeu quiso reiterar ayer su confianza en el técnico. «Tenemos contrato hasta la temporada 2019-20. Que nadie dude. Ernesto está haciendo bien la faena. La primera temporada fue excelente, no de matrícula por lo que pasó en Roma, pero estamos contentos con él. Hay un buen equipo y buenos jugadores y estamos muy contentos. Es un entrenador inteligente y que tiene muy claro el concepto y el modelo de juego», explicó en Catalunya Radio.
De momento, el técnico ha mostrado su mano de hierro y su fuerte carácter sin necesidad de entrar en polémicas. El caso más claro es la nueva suplencia de Arturo Vidal a raíz de sus quejas por el escaso protagonismo en Wembley. Desde entonces, no ha vuelto a jugar.
Mano de hierro El técnico sigue dejando a Vidal en la suplencia tras las críticas del chileno en las redes sociales