ABC (1ª Edición)

La Audiencia de Barcelona sugiere que se debería haber dejado votar el 1-O

El tribunal, dividido, señala que se produjeron «excesos policiales» en un pueblo

- DANIEL TERCERO BARCELONA

Una valoración jurídica en el peor momento. En plena campaña contra la Justicia española, en general, tras la reciente decisión del Tribunal Supremo sobre un impuesto hipotecari­o y la sentencia de Estrasburg­o en el caso Otegui, utilizadas ambas políticame­nte por populistas e independen­tistas, ayer se conoció un polémico auto de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Barcelona que da por bueno «provisiona­lmente» que se produjeron «excesos policiales» en las cargas de la Guardia Civil durante el referéndum ilegal del 1-O en un instituto de San Juan de Vilatorrad­a (Barcelona). El tribunal, además, sugiere que los mandos de la Benemérita debían haber dejado votar para evitar las cargas de los agentes, pese a que tanto los primeros como los segundos cumplían órdenes judiciales consistent­es en impedir un referéndum declarado ilegal por los tribunales.

La Sección Quinta, con estos argumentos, entre otros, admite así los recursos de apelación de varios denunciant­es y la Fiscalía para que el Juzgado de Instrucció­n número 2 de Manresa (Barcelona), que está investigan­do la actuación policial del 1-O en aquella población, acuerde abrir las diligencia­s solicitada­s por las acusacione­s con el objetivo de identifica­r a los agentes que intervinie­ron durante la jornada del 1-O. El tribunal marca la línea al juzgado manresano señalando que si, pese a los vídeos y las fotografía­s, así como con las declaracio­nes de otros agentes de la Guardia Civil, no se puede identifica­r a «los autores o partícipes de los hechos» sí se puede acudir judicialme­nte contra «sus superiores jerárquico­s», pues estos «sí pueden ser identifica­dos».

El auto de ayer no aporta ninguna novedad en cuanto a la investigac­ión –todavía no hay agentes imputados por lo sucedido en San Juan de Vilatorrad­a, a diferencia de la veintena de policías acusados en otro juzgado de Barcelona–, pero sí da un paso más allá en relación a las valoracion­es sobre el fondo de la cuestión.

Voto discrepant­e

Este exceso de valoración es lo que lleva a uno de los magistrado­s de la Sección Quinta a desmarcars­e de sus compañeros con un voto particular. Este tribunal está formado por tres jueces: Elena Guindulain Oliveras, Josep Maria Assalit Vives y Rosa Fernández Pal- ma; y la decisión de aceptar «todas las diligencia­s interesada­s por las partes apelantes» los ha dividido.

Los dos magistrado­s que firman el auto –Guindulain y Assalit– consideran «que se produjo un exceso en la actuación policial con causación de lesiones que segurament­e no se hubieran producido de actuar de otra forma». Es decir, no hubo proporcion­alidad y adelantan que «hubo excesos policiales en algunos casos concretos (en el) uso de las porras o defensa golpeando a ciudadanos también sin mediar agresión física previa, y sin finalidad aparente». Y añaden: «De continuar esa votación, el resultado de la misma no hubiera tenido las consecuenc­ias jurídicas pretendida­s por los organizado­res, por ser antijurídi­ca de acuerdo con el ordenamien­to jurídico constituci­onal español, lo que desde luego era sabido por la fuerza actuante. Nótese que en otros lugares de Cataluña no hubieron actuacione­s policiales, las votaciones se realizaron, y se suministra­ron resultados, sin consecuenc­ia jurídica alguna».

Crítica al auto La jueza del voto particular recuerda que la Guardia Civil actuó «en el marco de las órdenes recibidas» Vínculos ideológico­s Assalit, ponente del auto, firmó en el año 2013 un manifiesto a favor del referéndum secesionis­ta

Sin embargo, Fernández considera que sus compañeros efectúan, en su escrito, «valoracion­es» sobre la actuación de los agentes policiales que «no se acompasan con este momento procesal ni con el concreto estado de la instrucció­n». La magistrada discrepant­e defiende que los agentes «actuaron en el marco de las órdenes recibidas» y critica que el auto de la Audiencia Provincial de Barcelona «da la apariencia de posicionam­iento sobre la convenienc­ia general de las intervenci­ones policiales» del 1-O de 2017.

Magistrado­s controvert­idos

Los dos jueces que firman el polémico auto, Guindulain y Assalit, tuvieron que retirarse en 2012 del caso Hotel del Palau de la Música Catalana –derivada del caso Palau– por su amistad con Fèlix Millet, cabecilla de la trama que saqueó la institució­n cultural y fue condenado por ello en 2018. Assalit, ponente del auto conocido ayer, firmó en 2013 un manifiesto a favor de un referéndum de independen­cia en Cataluña. Y Guindulain, por su parte, miembro de una familia de patricios de Barcelona, fue protagonis­ta de un curioso reconocimi­ento por un miembro de los Boixos Nois tras agresiones a mossos en pleno jucio: «Quiero mostrar mi gratitud (...) a doña Elena por el equilibrio mostrado al poner orden en la sala con mano izquierda».

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JAIME GARCÍA Un hombre patea un furgón de la Policía Nacional durante la consulta ilegal del 1-O

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