ABC (1ª Edición)

El Gobierno reduce a «incidente» un plan de atentar contra Sánchez

Quería vengarse por la exhumación de Franco y fue detenido el 19 de septiembre

- JESÚS HIERRO/V. R. ALMIRÓN BARCELONA/MADRID

Manuel Murillo tenía la «clara voluntad» de asesinar al presidente del Gobierno. En venganza por la pretensión de Pedro Sánchez de sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos, este hijo del último alcalde franquista de Tarrasa (Barcelona) reclamó en un grupo de Whatsapp ayuda para atentar contra el líder socialista. Una denuncia de una militante de Vox que participab­a en el «chat» alertó a los Mossos de las intencione­s de Murillo y el 19 de septiembre se precipitó su detención. Desde entonces está entre rejas.

Ni los investigad­ores ni el juzgado de Tarrasa que decretó su ingreso en prisión tienen dudas de la «seriedad del propósito» de Murillo de pertrechar el crimen. A los Mossos no les consta que sufra trastornos mentales pero deberán examinarse durante la investigac­ión.

Amenazas constantes

Desde un primer momento el Gobierno manifestó que «en ningún caso se vio comprometi­da» la seguridad del presidente del Gobierno. En La Moncloa reducen el plan de este individuo contra Sánchez a un mero «incidente», y se insistió en que «este tipo de amenazas es una constante». En su primera valoración de lo sucedido fuentes del Gobierno apuntaron a la necesidad de «seguir trabajando por la serenidad en el debate político». Después de que durante semanas desde las filas socialista­s se relacionas­e a PP, Ciudadanos y VOX con la extrema derecha, fuentes del Gobierno aclararon que el llamamient­o a la serenidad no pretendía vincular a ningún partido con el suceso.

La voluntad era quitarle importanci­a. De hecho, la portavoz, del Gobierno, Isabel Celaá, incidió en que el Ejecutivo considera lo sucedido como un «incidente aislado», y añadió que todos los gobiernos han vivido casos «de esta naturaleza». Celaá manifestó que «entiende el interés mediático que pueda tener la noticia», pero pidió «responsabi­lidad, serenidad y prudencia». La portavoz destacó la «correcta» relación con la Policía catalana y celebró «haber sabido de manera correcta las actuacione­s». Los Mossos habían avisado de inmediato a los servicios de seguridad de La Moncloa tras recibir la denuncia. También se lo comunicaro­n a la Guardia Civil.

En sus mensajes en Whatsapp –tanto escritos como de voz– Murillo quería dejar claro que disponía de los medios para acabar con la vida del presidente y sabía como hacerlo. Las 16 armas largas y cortas que los Mossos encontraro­n al registrar su casa confirman que el francotira­dor no iba de farol. Confesaba a sus interlocut­ores que estaba dispuesto a «sacrificar­se por España», según explicó ayer en rueda de prensa el portavoz de los Mossos, Albert Oliva. Asumía que tras el crimen que iba a ser detenido y acabar en la cárcel. En definitiva, avisaba de que contaba con todos los «medios» para asesinar al presidente socialista. Creía que solo le faltaba pulir los detalles y por eso el francotira­dor reclamaba «informació­n sobre el momento y el lugar en que se realizaría» el atentado. Así lo recoge un auto de la Audiencia de Barcelona que confirma la prisión provisiona­l para Manuel Murillo que había decretado el juzgado de Tarrasa.

Un Cetme entre las armas

Tras la denuncia de la militante de Vox, y una vez conseguida la autorizaci­ón judicial, agentes de la unidad especial de informació­n de los Mossos irrumpiero­n en el piso de Murillo. Vivía solo, pero en el mismo edificio en el que residen su madre y su hermana. Fue arrestado en el momento que en salía a la calle para subir a su coche, según explicaron a ABC fuentes de la investigac­ión. Los Mossos registraro­n su vivienda y encontraro­n un total de 14 armas, y otras dos más que hallaron en su vehículo.

Manuel Murillo es vigilante de seguridad y tirador olímpico. Tenía por tanto licencia para usar algunas de las armas que almacenaba, pero no todas. Unas porque están directamen­te prohibidas y otras porque habían sido manipulada­s. Entre ellas, un fusil de asalto (Cetme) y varios subfusiles que podría haber usado en su plan. Habría podido disparar a una distancia de unos 1.500 metros, según los investigad­ores.

 ?? MOSSOS ?? Los Mossos encontraro­n en el piso de Murillo un arsenal con 16 armas, muchas de ellas prohibidas
MOSSOS Los Mossos encontraro­n en el piso de Murillo un arsenal con 16 armas, muchas de ellas prohibidas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain