Sandra Sánchez, histórica medalla de oro en el Mundial
La toledana de 37 años da a España su primer título femenino al ganar a la japonesa Shimizu
Ni siquiera mientras le brotaban las lágrimas al escuchar el himno nacional, ya con la medalla de oro al cuello, Sandra Sánchez borró de su rostro la sonrisa. La española solo deja a un lado la alegría cuando pisa el tatami, donde es pura concentración. Así lo demostró de nuevo ayer, en el día más importante de su carrera, cuando se proclamó campeona del mundo de katas por primera vez en la historia, rompiendo al fin el dominio que parecía eterno de la japonesa Kiyou Shimizu.
Sánchez presentó primero su kata en la final. «Chatanyara Kushanku». Máxima dificultad. La española empezó su «coreografía» ejecutando con precisión cada movimiento. Tac. Tac. Tac. Velocidad justa. Contundencia total. Fluía sobre el tatami, clavando cada paso. Incluido un salto brutal que ayudó a decantar la final a su favor. La japonesa, de espaldas a la actuación de su rival, esperaba su turno. También ella cumplió con su kata, así que la tensión del ambiente se redobló.
Los segundos que pasaron hasta que los jueces levantaron sus banderas para determinar la ganadora se hicieron eternos en el WiZink Center. El pabellón madrileño, casi lleno para presenciar la penúltima jornada del Mundial, se quedó mudo por momentos. Rojo. Rojo. Rojo. Tres de los cinco banderines señalaban el color del cinturón de la española, campeona del mundo a los 37 años tras superar un sinfín de dificultades.
Porque la carrera de Sandra Sánchez no ha sido sencilla. Durante mucho tiempo compitió apocada. Lastrada por aquellos que le decían que no valía para este deporte. Solo la constancia y el trabajo a lo largo de los años rescató su talento para terminar brillando como nunca antes lo había hecho otra española. Oro mundial a un año y medio de los Juegos de Tokio, los primeros en los que el kárate competirá como deporte olímpico.
Nada más verse ganadora, Sánchez corrió a los brazos de Jesús del Moral. El seleccionador, pareja de la karateca, ha sido uno de los pilares de ese ascenso a la elite. Sandra no llegó al equipo nacional hasta los 31 años. A esas alturas, muchos habrían desistido, pero ella empezó entonces a crecer. Del Moral le despojó de las piedras para que le impedían volar y la talaverana respondió con trabajo. Él le obligaba a entrenar en mitad de la sala y no en un rincón. Le decía: ‘que te vean, que vean que tu trabajo es bueno, que las demás se fijen y piensen en lo bien que lo haces’ y así fue mejorando hasta lograr ayer el oro mundial.
«Se ha demostrado que la edad es solo un número. He pasado por momentos muy difíciles, pero a cabezona no me gana nadie y más cuando creo en lo que hago y me rodeo de gente que cree que puedo lograrlo. Sigo emocionada y súper feliz. Quiero gritar, llorar, saltar... soy una mezcla de emociones», reconocía la española, feliz por el oro logrado ante su público.
Sánchez fue la gran alegría de la jornada para el equipo español en el Mundial, pero no la única. Damián Quintero, plata en la final de kata masculina, abandonó el tatami abatido, pero minutos después apreciaba mucho más una plata que le confirma como uno de los grandes aspirantes al podio en Tokio 2020. «Como siempre digo, tengo mis 10 o 15 minutos de luto cuando pierdo. Pero lo importante es estar ahí. Ha ido bien y me tengo que quedar con esa plata, que es lo positivo», explicaba el malagueño, que perdió la final de kata masculina ante el japonés Kiyuna.
Lluvia de metales
A la plata de Quintero y el oro de Sandra Sánchez se unieron el bronce logrado por el equipo femenino de kumite –formado por Cristina Vizcaíno, Cristina Ferrer, Laura Palacios y María Torres– tras superar a Irán en la final de consolación y el que había ganado Babacar Seck por la mañana en la categoría de +84 kg, también en modalidad de combate. España espera poner hoy el broche al Mundial en las finales de kata por equipos, donde se enfrentará a Japón por el oro.
Quintero, plata El malagueño perdió en la final ante el japonés Kiyuna, que se impuso por un contundente 5-0