Kiev no reconocerá las elecciones en el este de Ucrania
Las autoridades de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, situadas ambas en la parte este de Ucrania, recurrieron ayer a todo tipo de artimañas para atraer electores a las urnas. Y eso que sus normas no establecen un índice de participación mínimo para dar por válidos unos comicios en los que se han elegido a los líderes de estas dos formaciones territoriales y a los diputados de sus respectivas asambleas legislativas.
Para animar a la población a acudir a los colegios electorales, en Donetsk cada votante recibió un boleto de lotería con entradas para el teatro o conciertos como premio. En la vecina Lugansk, los electores participaron en «degustaciones» gastronómicas y los más madrugadores recibieron recargas para los operadores de telefonía móvil. La participación poco antes del cierre de los colegios superaba el 60%, según las agencias rusas.
Kiev ha condenado una vez más la convocatoria, advierte que no reconocerá los resultados que arroje y pide sanciones contra Rusia. Acusa al Kremlin de dar apoyo constantemente a los secesionistas y dinero para organizar unas votaciones que considera «ilegítimas» y contrarias a lo que estipulan los acuerdos de paz de Minsk, firmados el 12 de febrero de 2015.
El hombre que según todos los indicios se convertirá en el «presidente» de la autoproclamada República Popular de Donetsk (DNR), se llama Denís Pushilin y tiene 37 años. Su partido obtendrá probablemente mayoría parlamentaria. En Lugansk, el nuevo presidente será Leonid Pásechnik.