El «9» recupera a su dueño
Dos goles en Pilsen, uno en Vigo y clave en el 0-2 del equipo blanco, el ariete responde al apoyo de Solari
Si Benzema fuera un futbolista débil psicológicamente se habría marchado del Real Madrid hace un lustro, porque ha recibido críticas incruentas desde la era de Mourinho. Primero fue el perro poco cazador frente al gato de Higuaín, el preferido inicialmente por el portugués. Después fue apoyado por Ancelotti y Cristiano cuando la afición le señaló como culpable de todos los males. Esas acusaciones las soportó también con Benítez, con Zidane y con Lopetegui. Los ataques crecieron esta temporada. Solari dialogó con Benzema para que sea más ariete que nunca. Le dio confianza para asumir un papel único, el de rematador. Ha marcado cuatro goles en los cuatro partidos dirigidos por el argentino. En Vigo firmó un golazo de antología y fue decisivo en el segundo, tras otra gran jugada que acabó con un disparo en la madera y el rebote en propia meta de un defensor.
La primera diana de la noche fue de maestro. Modric tenía la pelota, el francés amagó para recibirla en corto y después se marchó a la espalda de Cabral y recibió un balón largo que detuvo con una técnica asombrosa, pinchándolo, y anotar el tanto en un tiro cruzado.
El francés lleva diez goles en dieciocho encuentros, cinco en la Liga, tres en la Champions, uno en la Copa y otro en la Supercopa de Europa. Una cifra que pudo aumentar ayer si el larguero no le hubiera frenado sus disparos.
Benzema ha contestado a la confianza de Solari como líder de la reacción buscada. El técnico habló con el francés nada más asumir el cargo. El equipo tenía un problema de remate certero y pidió un paso adelante de los futbolistas consagrados de la plantilla. El «nueve» ha sido el hombre que mejor ha respondido a la fe del nuevo responsable del Madrid.
Su partido en Balaídos fue sensacional. Fue el mejor del conjunto blanco. Incluso en un conjunto destrozado por las lesiones de Casemiro, Reguilón, Nacho y Bale, el francés buscó al contragolpe más goles. Fue en realidad el único punta cuando las bajas dejaron al equipo sin defensas, descompensado. Lo compensó Karim.
El francés estuvo espectacular en los dos primeros tantos del Madrid y el larguero le frenó su cuenta