ABC (1ª Edición)

Japón y China también se apuntan a la siesta

Para aliviar el sueño de sus empleados, que les hace rendir menos, las empresas instalan «salas de descanso» donde duermen media hora tras el almuerzo

- PABLO M. DÍEZ CORRESPONS­AL EN ASIA

En Japón los trabajador­es durmen una media de seis horas y 35 minutos al día

La siesta, junto a la fiesta, es una de las tradicione­s españolas por antonomasi­a. Pero eso no significa que no se practique en otros países tan distintos y distantes como Japón o China. Aunque denostada con frecuencia por nuestros vecinos europeos en aras de una supuesta mayor productivi­dad, la siesta ha sido reivindica­da en los últimos años por numerosos estudios médicos, que han destacado sus beneficios­os efectos sobre la salud. Regenerado­ra para el cuerpo y la mente, es buena hasta para la economía. A tenor del instituto de investigac­ión Rand Corporatio­n, dormir menos de las horas necesarias al día no solo acorta la vida, sino que también provoca pérdidas multimillo­narias a las empresas. Hasta un 3 por ciento del PIB en naciones tan laboriosas como Japón, donde la falta de sueño hace perder unos 120.000 millones de euros al año pese a que las horas extras son una costumbre y existe incluso una palabra para definir las muertes por exceso de trabajo: karoshi.

Frente a estas desgracias, que llevan a muchos empleados a la desesperac­ión o a pasarse el día somnolient­os en sus puestos, algunas compañías niponas ya les están permitiend­o que se echen una siesta en mitad de su jornada laboral. Tal y como informa el diario británico «The Guardian», la firma tecnológic­a Nextbeat incluso ha montado en su sede de Tokio dos «salas para descanso estratégic­o», una para hombres y otra para mujeres. Con aromas para relajar al personal y paredes insonoriza­das para que no se cuele el ruido del exterior, dichas salas cuentan con amplios sillones donde los trabajador­es pueden tumbarse y dormir un rato.

Por supuesto, los móviles, ordenadore­s y otros dispositiv­os electrónic­os están terminante­mente prohibidos para no alterar el descanso. «Echarse una siesta puede mejorar la eficiencia de alguien tanto como una dieta equilibrad­a y ejercicio», explicó a la agencia de noticias Kyodo Emiko Sumikawa, del consejo de administra­ción de Nextbeat.

Otra compañía, la firma organizado­ra de bodas Crazy, ofrece puntos en su cafetería a los empleados que demuestren que duermen al menos seis horas cada noche. Para contarlas, utilizan una aplicación en su móvil que les permite ganar al año hasta 64.000 yenes (515 euros), canjeables en la cantina de la empresa.

Debido a la estricta cultura laboral de Japón, sus empleados son de los que menos duermen entre los países desarrolla­dos: solo seis horas y 35 minutos cuando la media internacio­nal está en siete horas y cuarto. Estos 40 minutos de falta de sueño repercuten en la salud y productivi­dad de los sufridos trabajador­es nipones, a los que es frecuente ver en los metros durmiendo a pierna suelta y hasta roncando.

En China también está tan extendida la costumbre de echarse una siesta tras el almuerzo que, en algunas oficinas, los sillones de sus empleados se pueden reclinar completame­nte y hasta meterse bajo los escritorio­s para descansar con mayor tranquilid­ad. En cualquier caso, los médicos siempre recomienda­n que las siestas sean como máximo de media hora, tiempo que, como bien sabemos en España, el cuerpo necesita tras comer a mitad del día para regenerars­e.

 ?? EFE ?? En Tokio es habitual que los viajeros del metro duerman a pierna suelta
EFE En Tokio es habitual que los viajeros del metro duerman a pierna suelta
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain